“Llegamos como siempre sobre las 8:30 y mientras estacionábamos los vimos, “Había tres jabalíes”. Lo cuenta Luisa Romanes, estudiante de la Escuela de Imagen y Sonido. Pero el revuelo comenzó un poco más tarde, “sobre las 10:30”. Cómo entraron es un misterio. El personal del centro cree que podrían haber entrado por una puerta lateral, porque la entrada principal del centro está cerrada por la noche.
El La Policía Local llegó muy temprano, tan pronto como recibió el aviso. A los agentes se unieron, poco después, técnicos de Medio Ambiente, que intentaban capturar los animales que “corrían por todas partes”, comentan los estudiantes. Los estudiantes no pudieron salir al recreo ni caminar por el campus durante mucho tiempo. Era necesario facilitar el trabajo de los técnicos de Medio Ambiente y evitar asustar a los animales, que podrían intentar huir y salir a la vía pública, lo que habría puesto en peligro a peatones y conductores en el centro de la ciudad.
“La verdad es esa Nos hicieron sentir pena por ellos porque los perseguían para atraparlos, “Pero no estábamos realmente asustados”, dice Luisa. “Fue más bien una sorpresa”, afirma Sandra Seoane, otra alumna del curso de Sonido. Ella, como otros compañeros, reaccionó “sacando su teléfono móvil” para captar la curiosa imagen del día, “porque era la primera vez que veía un jabalí tan cerca”, explica. Finalmente, los tres jabalíes, una madre y sus dos crías, han sido sedados y capturados.
“Cuando los atraparon no sabíamos si los habían sedado o les habían practicado la eutanasia, entonces hablamos con las autoridades y nos dijeron que les iban a aplicar la eutanasia”, relata. Algo con lo que algunos alumnos no están de acuerdo “porque debería haber un protocolo diferente para esto”, afirma Luisa.