El fútbol sirve de brújula para ubicarse a los migrantes recién llegados a Galicia


Tras llegar a la costa de Canarias en una de las travesías más peligrosas del mundo, volaron hasta Madrid y de allí en autobús hasta Sanxenxo. Estaban cansados, aunque felices de haber completado con éxito la primera parte de su proceso migratorio. Pero también desorientados, sin saber muy bien en qué lugar de España se encontraban. El fútbol, ​​sin embargo, jugó a su favor y les ayudó a posicionarse.: “Todo el mundo conocía al Real Madrid o al Barça, pero algunos también conocían al Celta de Vigo y a Iago Aspas”, su jugador estrella, explican quienes hablaron con ellos en esas primeras horas en la localidad gallega.

A raíz de la última crisis migratoria en Canarias, unas 130 personas han sido alojadas en Galicia, distribuidas en hoteles y albergues de Vigo, La Coruña, Sobrado dos Monxes (La Coruña) y Sanxenxo. El municipio pontevedrés es el que más inmigrantes ha recibido, un total de 54. Todos hombres, jóvenes, en su mayoría entre 18 y 25 años. —aunque hay algunos mayores—. Son casi todos de Senegal, pero también los hay de Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry o Mali.

De este último país centroafricano es, por ejemplo, Willane, de 24 años, que este viernes por la mañana, en su segundo día en Sanxenxo, se encontraba tomando un poco de aire fresco en las afueras del hotel Baixamar, donde se alojan. Caminaba con Mady, un compatriota, y Ngon, este último originario de Senegal. Con las dificultades del idioma, Willane explica que en su país trabajó en una empresa pesquera y le gustaría dedicarse a este sector también en España. Entre los 54 jóvenes llegados a Sanxenxo hay pescadores, conductores, camareros, mecánicos o albañiles, pero por su situación irregular no podrán trabajar de forma reglada en España al menos durante los próximos meses.

Daniel Bóveda, responsable de Accem en Galicia, la ONG encargada de ayudarles, recuerda que, Según la Ley de Extranjería, necesitan un mínimo de dos o tres años para regularizar su situación. Sólo algunos, que por cuestiones de vulnerabilidad están en condiciones de solicitar protección internacional, podrían acelerar un poco los plazos y obtener la autorización para trabajar en seis meses.

Primeras horas en Sanxenxo

Habían llegado poco antes de las siete de la mañana del jueves a Sanxenxo tras viajar toda la noche en autobús desde Madrid. Jorge González, propietario del hotel, explica a torrevieja news today que en su primer día en tierras gallegas, tras desayunar, la mayoría se retiró a descansar. Por la tarde, aprovechando que la lluvia dio tregua, salieron a caminar para conocer los alrededores. También Dedicaron sus primeras horas a comunicarse telefónicamente con familiares y amigos. Pero la mayor necesidad que tuvieron en esos primeros momentos fue saber en qué terreno estaban: “Sobre todo preguntan dónde están, quieren ubicarse, Galicia no es una región muy localizada. Sin embargo, los clubes de fútbol son una referencia para ellos”.explica González.

El propio alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, que este viernes por la mañana se acercó al hotel para ofrecerles la ayuda que necesitan por parte del ayuntamiento, pudo comprobar, entre bromas, las habilidades de algunos de ellos con el balón y les ofreció una sesión deportiva. pabellón para tocar alguna ‘pachanga’. «Hemos venido a ofrecernos para lo que nos necesiten. Sobre todo lo que nos dicen es que quieren trabajar”, ​​explicó al salir.

Uno de los jóvenes, este miércoles, jugando a una pelota en el hotel con miembros de la ONG y el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín

transferido

Así han sido los dos primeros días de los 54 jóvenes inmigrantes en Sanxenxo. «Todo muy fácil, a pesar de las dificultades del idioma y las diferentes costumbres. -por ejemplo, no comen cerdo-. Todas las partes implicadas están demostrando mucho cariño y cercanía, y todo va muy bien”, resume el responsable del hotel, que les abrió sus puertas expresamente -el Gobierno paga su estancia-, porque lo normal en este momento es para que esté cerrado. Las 54 se dividen en 20 habitaciones triples y cuádruples. Y todavía habría sitio, explica, para acoger a media docena más. La acogida en Sanxenxo es en general buena, si bien es cierto que aparecieron algunas pintadas, que luego han sido borradas, contra la presencia de inmigrantes en la localidad.

Tres de los jóvenes inmigrantes en las afueras del hotel donde se alojan en Sanxenxo, este viernes por la mañana

miguel muñiz

¿Y qué harán en los próximos días? El responsable de la ONG que les asiste explica que, una vez cubiertas sus necesidades básicas de alojamiento, manutención y vestimenta, Accem les ayudará un trabajo más personalizado con ellos para comprobar sus necesidades más particulares atención sanitaria o psicológica. También se les ofrecerán talleres sobre diversos temas para su mejor adaptación, y a esos puntos acudirán quienes tengan redes familiares en España –algunos incluso en Galicia– u otros países europeos. Pero por el momento no podrán trabajar legalmente. Williane, que quiere volver al sector marítimo, como el resto de sus compañeros, todavía tendrá que esperar para hacerlo.

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