El juez considera que no encontró pruebas suficientes para sustentar que dicho abuso había ocurrido, destacando además que no habían podido contar con “ninguna corroboración periférica externa de la declaración de la denunciante”.
El perjudicado acudió acompañado de cuatro amigos al establecimiento. Aunque ella mantuvo su testimonio, sin cambiar su versión, el acusado hizo lo mismo. Manifestó que intentó ir al baño, pero que no vio al denunciante. Dijo que, luego de tocarlo, Luis Enrique MO pasó por el medio del grupo.
Sin testigos
Ambos involucrados se conocían de haber vivido en la misma residencia universitaria, pero en el juicio no valoraron posibles enemistades.
En la sala declararon dos amigos (de los cuatro que estaban allí), aunque ninguno de ellos pudo afirmar haber visto dicho episodio. Uno de ellos señaló que sí observó cómo el acusado entraba al Templo, pero no que tocaba el pecho de su amigo. Además, yoEl juez encontró una inconsistencia en su testimonio. con lo que expresó la denunciante: dijo que Luis Enrique MO pasó por el medio del grupo y él dijo que lo hizo por detrás.
El siguiente amigo que declaró afirmó que él tampoco había podido presenciar lo sucedido, pero sí fueron tras los imputados, tras los hechos, y que Les dijo que “iba a llamar a unos negros”.
En el fallo, el juez también señala que el hecho de que los amigos de la denunciante se acercaran inmediatamente a la acusada tras mencionarle sobre su pecho no puede considerarse válido porque “cualquier persona que mantenga una amistad con otra actuaría de la misma manera”. Indio.