El restaurante jaqueline de Tony Canóhijo de Antonio Cano, director de Grupo Sutton y vástago de una de las sagas empresariales más influyentes del ocio barcelonés, ha conseguido consolidarse como cita obligada de celebridades internacionales y nacionales en la animada calle Enrique Granados. Diseñado por el prestigioso grupo Rockwell, desde su apertura se ha convertido uno de los lugares más buscados e inquietos de Barcelona.
Este miércoles se celebró la inauguración de la joya de la corona del local: el Champagne Bar en el ático, que se inspira en un jardín de flores con un techo y paredes que crean una atmósfera de ensueño para el disfrute de cócteles de autor que representan 10 elaboradas flores. con champán. El acceso es secreto y sólo mediante invitación, evocando el “speakeasy” de la Prohibición, en el primer piso del Jacquelin, donde se ubican los espectaculares baños del establecimiento bajo la atenta mirada de un supervisor que impide intentos de exceso. La coctelería también ofrece aperitivos fríos que maridan muy bien con champagne (ostras o jamón) y postres sofisticados. A cargo de los cócteles está el finalista del World Class by Diageo, Sergio Pardo. El espacio es ideal para fiestas privadas y eventos con un toque de secretismo.
También es nuevo el bar japonés estilo omakase de Jacqueline, donde el chef crea uno nuevo todos los días. Menú degustación estilo japonés para sólo 6 personas que hayan reservado previamente. Otra novedad del establecimiento de lujo es la ampliación de su horario hasta el mediodía con la creación de un menú ejecutivo y el lanzamiento de su menú de brunch dominical. Al frente de la propuesta gastronómica está el chef Dani PadróSe formó en la Escuela Hoffman de Barcelona y se formó en diversos restaurantes con estrella Michelin en Francia y España y también en hoteles de diferentes países.
La especialidad de Padró es una cocina elaborada a partir de productos locales, pescados y mariscos frescos, así como carnes maduradas nacionales. Exquisita croqueta de cecina sobre cremoso de foie gras y un toque de puré de manzana asada, así como el tartar de gamba roja y stracciatella con almendras minadas y esencia de marisco, así como el ceviche de corvina con leche de tigre y rocoto. Y para el pescado, una buena opción es el bacalao negro salvaje marinado en miso y servido con verduras de temporada, con un final de carne a base de cochinillo confitado y servido con boniato y coliflor a la plancha.
El concepto de Diseño del grupo Rockwell Para Jacqueline es un deslumbrante homenaje al siglo XX, a la cultura y al entretenimiento. En su decoración se mezclan detalles art nouveau y formas espontáneas, gráficas y surrealistas con elementos clave de la pintura de este siglo. El resultado es un diseño de interiores que sorprende por su elegancia y su huella de historia. El restaurante ya se ha consolidado como un clásico moderno y es un imán para las estrellas que vienen a la ciudad. Visitado por un público internacional, sus salones y su club en el sótano con música en vivo se llenan cada día de público local e internacional, mientras que empresas también eligen celebrar allí sus mejores eventos, como Valentino, Mango, Booking o Zurich. .
Jacqueline también se ha convertido en un imán para los famosos que pasan por Barcelona, como los que se reunían en sus salones tras el Primavera Sound o la F1. Allí se pudieron ver estrellas de la música mundial como Kendrick Lamar, Baby Keem, DJ Diplo, Black Coffee o Dj Ruckus. También top models como Cindy Kimberly, estrellas de la NBA como Drew Gooden, jugadores del Barça como Robert Lewandoski, jugadores del Chelsea como Mason Mount o jugadores del Bayer como Serge Gnabry o Leroy Sané. Y el miércoles, día de la inauguración de la coctelería, lLos futbolistas del Girona celebraron su liderato de Liga.