Las visitas son prácticamente diarias. “Camina por los caminos como Pedro por su casa”, nos dice. Enamorado, uno de los 40 habitantes de Villarino. Han cambiado de rutina por miedo. “Ahora ya no salimos de casa ni en la tarde ni nada porque ve allí“, explica Angelines.
Cada vez es más común verlos en los centros urbanos para buscar comida. Unos vecinos han grabado al oso al que llamaron Lechuguina, trepando a uno de los árboles y junto a algunos de sus bebés. Angelines nos muestra un árbol con todas las ramas rotas, pero ese no es el único daño. Valentín ha comido lechuga, “lo destroza todo”. “Ahora como no tienen que comer es un peligro, te pueden abofetear“dice Angelines.
“Los allanamientos son diarios causando daños a huertas, árboles frutales y ganado“dice Roberto Fernández, alcalde de Palacios del Sil. Por este municipio leonés no sólo han visto a Lechugina, sino también a varios de sus bebés.
Piden medidas
El alcalde de Palacios del Sil nos cuenta que han tenido varias reuniones con el Ministerio de Medio Ambiente para analizar la situación y reconoce que han puesto medidas para ahuyentarlos pero que no son suficientes.
Quieren que tomen cartas en el asunto. Y esa es precisamente la petición que harán a la Junta de Castilla y León en la reunión que tendrán el próximo miércoles.
Son partidarios de proteger esta especie, que dicen que es su seña de identidad, como lo han hecho durante tantos años y por eso han podido aumentar el número de osos pardospero quieren que sean controlados y no perjudiquen a diario a los vecinos de la zona.