Los orensanos tuvieron clara la importancia del partido y salieron muy enchufados, algo que Ya empieza a ser habitual en un equipo muy maduro quien día tras día sigue creciendo en el juego, pero sobre todo en un trabajo que le permite gestionar los juegos como le plazca.
Tras los primeros minutos de prueba, poco a poco los de Rubén Domínguez se fueron haciendo con el control del duelo. El dúo formado por los Giles crea peligro en cuanto el balón llega a sus pies, y la movilidad de Amin en ataque es siempre un peligro constante. En la primera parte las ocasiones locales llegaron con un disparo de Amin, un disparo de Andrada y dos de Gil, Alberto y Álex. En Langreo, disparo raso de Luis Sánchez que detuvo Marqueta y disparo potente de Ángel Sánchez que despejó bien el portero de Ourense.
Hasta que en el minuto 38 llegó una jugada de tirachinas que acabó en el primer gol. Jerin abrió por derecha, Andrada controló, cedió paso a Álex Gil que centró raso y Alberto Gil la mandó al fondo de la red con la derecha. Y pudo sellarlo en el 45. Nueva combinación de Alberto y Álex Gil con un centro que remató Facu Ballardo.
La segunda parte fue otra historia. Porque este Ourense CF cuando se pone por delante en el marcador sabe gestionar muy bien los partidos. Tenían el choque controlado, no tenían problemas defensivos y llegaban con peligro. Tuvo un cabezazo de Jerin que se fue desviado o un disparo de Alberto Gil que detuvo el portero Adrián Torre.
Con el paso de los minutos, Langreo fue en busca del gol local. Imad, que acababa de entrar, remató bien un centro que salvó muy confiada Marqueta.
Rubén Domínguez movió el banquillo y dio entrada a Gabri Palmás y Salinas para refrescar el ataque. Salió redondo. Entre ambos interfirieron en la salida del balón y crearon peligro. Y En los minutos finales llegó la sentencia. Advirtieron en el 88. Fue una contra de Gabri Palmás que dio paso a Salinas, que remató bien, raso, pero el portero asturiano sacó una mano milagrosa y evitó el segundo. Pero no pudo hacer nada en el minuto 92. Una falta lateral desde la izquierda la ejecutó Manu Morgade y en el segundo palo Portela disparó a la portería visitante para sentenciar el choque. Y aún había más. En el minuto 94, un rebote defensivo lo atrapó Antonio Salinas en primera línea y con el pie derecho lo metió al conjunto visitante, lejos del alcance de Adrián Torre, que nada pudo hacer.
Alegría inmensa de un grupo de jugadores que celebran los goles y las victorias como si les fuera la vida en ello, dato significativo del buen ambiente que hay en el grupo y de lo conectados que están. Seguramente vendrán tiempos peores, pero que les quiten lo que bailaron. No eres un líder todos los días.