Tras dirigirse a Sol, los manifestantes continuaron hacia Ferraz y el Congreso
Cualquiera que estuviera ayer por la mañana en el centro de Madrid pudo comprobar que los miles de manifestantes que colapsaron durante horas el centro de la capital no lo hicieron únicamente para mostrar su rechazo a la amnistía de los condenados por el proceso que el PSOE ha pactado con Junts. Más bien, estaban exhibiendo su hastío con las políticas llevadas a cabo por Pedro Sánchez desde que llegó a la Moncloa en 2018, y también el repudio a los acuerdos que el presidente en funciones ha alcanzado en los últimos días con todos los partidos nacionalistas con representación parlamentaria para permanecer en el poder cuatro años más. El pacto con Puigdemont ha sido la gota que colmó el vaso.
El día, soleado y caluroso, lo facilitó a las personas que dudaban si asistir o no a la manifestación. La asistencia final (80.000 según la Delegación del Gobierno; 500.000 según el PP) superó todos los récords esperados. Dos horas antes de que comenzara, el metro estaba lleno y, Puerta del Sol, lleno de gente. Entre los reunidos había gente de todas las clases y condiciones. Algunos de ellos portaban banderas de la Unión Europea, otros mostraban carteles y pancartas satíricas contra Sánchez y, la gran mayoría, mostraban carteles de España. Era casi imposible dar más de dos pasos seguidos sin enredarse en algo y quedar envuelto en telas rojas y amarillas.
Matrimonios, familias, grupos de estudiantes y multitudes de periodistas se entremezclaban en un ambiente de enfado, indignación y también, para sorpresa de muchos, de celebración. De hecho, hubo momentos en los que era complicado saber si uno estaba en una manifestación o celebrando un título de la selección española de fútbol. No es momento de celebrar nada. “Hemos venido a una protesta”, comentaba enojado un ciudadano mientras sonaba a todo volumen una canción de Aitana. La amnistía tiene un solo fin: que Sánchez sea presidentedijo otra mujer que había asistido a la manifestación con toda su familia, quien portaba un pañuelo en honor al Fary.
Me parece una barbaridad lo que está haciendo el PSOE, ha tardado mucho en salir la gente a la calle, pero estoy muy feliz de que finalmente haya sucedido. Esto no se debe sólo a la amnistía, hay muchos más factores por los que manifestarse dijo GRAN MADRID miguel, un joven de 18 años que recién comienza sus estudios de periodismo en la universidad. En la misma línea se expresó jorge, arquitecto autónomo de 29 años: La situación es grave. Hay gente que se está desviviendo, pero tenemos que estar aquí para defender la Constitución y la igualdad entre los españoles. Hay muchos socialistas que deberían alzar la voz. No todo vale, el fin no justifica los medios.
Tras finalizar el acto del Partido Popular pasada la una de la tarde, la manifestación en Sol dio por concluida y la multitud reunida se dispersó y se dirigió hacia lo que está siendo el zona cero de las protestas contra la amnistía en toda España: la sede del PSOE en la calle Ferraz, que no se vació durante el resto de la tarde. Por décimo día consecutivo, los cánticos contra Sánchez y Puigdemont volvieron a intensificarse frente a la sede socialista y, como había ocurrido por la mañana, reflejaron un estado de indignación que va más allá de la amnistía negociada en Bruselas: Estamos enfermos y cansados. ¡huevos! o ¡Manos arriba, esto es un robo! fueron algunas de las proclamas que se pudieron escuchar en Ferraz. Los miembros de la Policía Nacional, que también fueron objeto de insultos por parte de una minoría de los presentes, desplegaron un gran dispositivo que impedía el acceso a la sede del PSOE desde cualquier punto.
Lo mismo ocurrió en el Congreso de los Diputados. Hubo gente que intentó acudir a la Cámara Baja a protestar, pero desistieron rápidamente al ver que la policía había reforzado la zona y ampliado el perímetro de seguridad después de haber tenido que evacuar la mañana anterior un campamento ciudadano de una veintena de tiendas de campaña. campaña. Debemos librar esta batalla por muy larga que sea, advirtió. Isabel Díaz Ayuso en Puerta del Sol. Parece que una parte importante de los madrileños están dispuestos a hacerlo.