Un nuevo vídeo grabado por un agricultor muestra la destrucción cada vez más impactante causada por la vida silvestre, y el jabalí especialmente, en la agricultura valenciana. Una manada de jabalíes ha desarraigado más de 50 plantones jóvenes de melocotón en un campo de Salem, localidad situada en la comarca de la Vall d’Albaida.
Dueño Eduardo Santamaría denuncia que los animales han destruido así la mitad de los árboles que había en su finca, cuyo coste alcanza 4.000 euros por hectárea en derechos de regalías (es una variedad protegida) más los costos de las plantas y la mano de obra. Asimismo, los jabalíes han realizado numerosos agujeros en el suelo y en los neumáticos de goteo necesarios para regar eficientemente el cultivo.
La Asociación de Agricultores Valencianos (AVA-ASAJA) advierte que el caso de este asociado “no es concreto sino más bien La sobrepoblación incontrolada de vida silvestre crea un problema cada vez más extendido desde el punto de vista agrícola, pero también desde el punto de vista medioambiental y social.
Además de los daños directos en el campo, estos animales transmitir enfermedades (gripe aviar, sarna, peste porcina africana, etc.), provocan destrozos en centros urbanos, provocan accidentes de tráfico y atacan a personas. Por este motivo, la organización presidida por Cristóbal Aguado Insta a todas las administraciones a implementar medidas contundentes para frenar este exceso de fauna y compensar los daños sufridos por los afectados.
Cuando Eduardo Santamaría llegó a su campo de duraznos no podía creer los daños que los jabalíes habían causado en su finca: «Nunca había visto algo así, esto es el colmo.. Una manada que imagino que supera los 30 o 40 animales ha roído, derribado y arrancado la mitad de los árboles plantados. Tenían protección para evitar ataques de conejos, pero de nada han servido contra un animal mucho más grande como es el jabalí. He hecho una fuerte inversión para intentar cultivar una variedad que pueda aportar valor añadido en el mercado y ahora, por inacción política contra la vida silvestre, todo el esfuerzo ha sido en vano. No hay ningún derecho. “O se toman medidas al respecto o la superficie agrícola que queda sin cultivar seguirá multiplicándose”.