El vértigo de las ausencias forzosas


Este texto pertenece a ‘Dossier Negro’, newsletter inspirado en el podcast del mismo nombre, que Enrique Figueredo enviará los miércoles de forma quincenal. Si quieres recibirlo regístrate aquí.

Cada año en España desaparecen miles de personas. Estas ausencias suelen provocar vacío y dolor en el entorno más cercano de quien ya no está. Es cada vez más conocido que, en ocasiones, los cuerpos policiales inician investigaciones para encontrar a alguien cuya desaparición ha sido denunciada y cuando dan con su paradero se niegan a dar más información que la de que sigue con vida. Nada más. Las personas en España tienen derecho a desaparecer y cortar todos los vínculos anteriores. Incluso hay algunos que logran parecer invisibles durante décadas, como el caso de Blanca Mabel Otero, quien desapareció en 1995 y logró permanecer indetectable durante 25 años. Sin apenas contacto con la burocracia administrativa del Estado, sobrevivió cuidando niños, mascotas y realizando labores de limpieza doméstica.

Las desapariciones sin causa aparente pueden ser voluntarias, como hemos visto, pero, lamentablemente, también forzadas. Son aquellos que tienen antecedentes penales. En algunos casos, las investigaciones abiertas bajo la creencia de que la persona se ha marchado por voluntad propia conducen a asuntos mucho más siniestros. Eso fue lo que llevó al caso que abordamos en la última entrega de Dossier negro. Una vez más, los familiares del ausente hicieron todas las presiones que pudieron para que el asunto no acabara en un cajón del aparato policial o judicial.

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Marta Calvo tenía 25 años cuando desapareció y fue asesinada

Otras fuentes

Duelos vacíos. En el mundo de las desapariciones con origen delictivo existe una variante doblemente preocupante. Es aquel en el que hay certeza, moral y judicial, de que el ausente ha sido asesinado, pero su cuerpo no aparece. Uno de esos casos es el de Marta Calvo.

Esperanza inagotable. De las historias más tristes, aunque nunca sirva de consuelo, pueden surgir iniciativas que permitan difundir la esperanza. Padres de dos jóvenes desaparecidas, aunque finalmente apareció el cuerpo de una de ellas, Inter-SOS nació en 1998. Eran padres de Cristina Bergua y Llum Valls.

Lucha infinita. Las desapariciones de menores y las de mujeres relacionadas con episodios de violencia de género son mayoritarias en España. Los padres decididos a que se haga justicia en el caso de su hija de 17 años son los de Marta del Castillo. Un delincuente ha sido condenado por su muerte, pero no especifica dónde dejó su cuerpo y eso enloquece a quienes la sufren.

Hasta perder el conocimiento. La crónica negra española ha registrado con letras gruesas el llamado caso Alcàsser, una triple desaparición y muerte ocurrida en los años 90 del siglo pasado que hizo perder la cabeza a algunos protagonistas y medios de comunicación en busca de explicaciones y audiencia. A Documentales de Netflix explica cómo fueron aquellos días y lo que supusieron.

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