Madrid vive desde hace unos días mucha tensión en las calles a raíz de la investidura de Pedro Sánchez, que será una realidad, si no hay sorpresa inesperada, este jueves. Los pactos que el PSOE ha alcanzado con diversas formaciones para obtener los 176 votos necesarios y ser elegido nuevo presidente del Gobierno, y especialmente el conseguido con los grupos independentistas con una nueva ley de amnistía, han provocado una ola de indignación y protestas . .
La situación ha llevado a la El Congreso se protege de la policía para que los dos días del pleno de investidura puedan desarrollarse con normalidad. Se espera que unos 1.600 agentes de la Policía Nacional garanticen un cordón policial, se han bloqueado calles y se han reforzado las medidas de control en los alrededores del Congreso, afectando incluso a los propios diputados, que estos días también están siendo víctimas de presiones. ciudadano.
De ello se pronunció este miércoles a primera hora del día, antes del inicio del pleno de investidura, el La diputada de ERC Teresa Jordà, quien durante una entrevista en Rac1 reveló que por precaución, tres horas antes de la convocatoria, todo su grupo ya se encontraba en las oficinas del Congreso. “Nunca se había exigido tanta seguridad”, explicó la mujer de Ilerda, comparando la Cámara Baja con “un búnker”.
“Insultos y amenazas”
La número 2 de los republicanos en Madrid ha subrayado que, a pesar de las medidas de seguridad, sus compañeros de estudios viven desde hace tiempo episodios de tensión en la capital y ha puesto especial énfasis en cuál es la cara más visible de los republicanos en el Congreso. Gabriel Rufián. “Casi no puede salir”, lamentó.
«Lleva mucho tiempo recibiendo insultos y amenazas y la vida que lleva en Madrid no sé si decirte cuál es de un convento», ha considerado. Como ejemplo, Jordà ha explicado que Rufián ha estado preparando su discurso en su hotel y sin pisar su despacho en el Congreso para no salir a la calle.
Más allá de Rufián, comentó que los republicanos en Madrid están acostumbrados a vivir un «clima de odio“que estos días se ha intensificado con una exhibición “absolutamente desconectada y sin complejos de las fuerzas reaccionarias españolas”. “El PP compite en radicalidad con Vox”, añadió, aunque confió en que cuando comience la legislatura este clima de tensión amainará.