La Fiscalía pide once años de cárcel para tres directivos de Iqoxe por la explosión con tres muertos


El La oficina del fiscal Pide 11 años de prisión para cada uno de los tres directores de Iqoxe acusado de estragos, homicidio imprudente, lesiones y daños por la explosión del petroquímica de Tarragona que el 14 de enero de 2020 causó tres muertos y trece heridos. Se trata del director general de la empresa, el director de la planta y el director de seguridad, que también tendrán que sentarse en el banquillo por un delito contra los derechos de los trabajadores y funcionamiento en condiciones inadecuadas.

En su escrito de acusación, el fiscal señala que la explosión se produjo debido a “condiciones de seguridad inaceptables” de Iqoxe que, desde el cambio de propietarios en 2014, ha incrementado su producción y reducido gastos. Lo hizo “incluso a costa de la seguridad y la estabilidad” de sus trabajadores, con una plantilla insuficiente y con “pleno conocimiento de la peligrosidad de las sustancias que se utilizaban”. Así, hasta 2019 se realizaron cuatro ampliaciones de la planta, con mayor volumen de sustancias peligrosas, pero no se comunicó a la Administración, como marca la ley.

En el momento del explosión, el reactor afectado, el U-3100, estaba produciendo una sustancia sobre la que ya se habían detectado problemas de inestabilidad en ocasiones anteriores, entre otras, en agosto de 2019, cuando hubo que detener el proceso. Además, se pospuso la reparación de elementos del reactor que no funcionaban como debían o que presentaban fugas. Esa tarde, alrededor de las 6:30 pm, las luces no se activaron. alarmas audibles del panel de control para alertar de que algo estaba pasando, porque “llevaban mucho tiempo silenciados”. No percibieron las imágenes porque los empleados “tenían que realizar varias tareas al mismo tiempo”, es decir, “nadie podía esperar a que apareciera la alarma«.

Lo que alertó a todos los trabajadores fue un fuerte silbido, el de la válvula de seguridad que libera la presión del reactor. El explosión Ocurrió poco después, sin tiempo para que quienes allí se encontraban “tuvieran tiempo de buscar algún tipo de protección o refugio, o incluso de alejarse”, dice el escrito. Además, la sala de control no estaba protegida como afirmaba el personal. La explosión, seguida de un incendio, “fue de una potencia colosal”. La chapa del reactor se fundió y una de sus placas salió despedida. Luego de recorrer 2,5 kilómetros impactó contra un edificio en el barrio de torrefortadonde mató a un hombre aplastándolo.

La Fiscalía señala que la petroquímica operaba “bajo una situación de grave riesgo permanente para los trabajadores”

Además de los tres muertos y 13 heridos, la onda expansiva y los pedazos metálicos provocaron numerosos daños en edificios y locales, así como en empresas cercanas. Ahora la acusación señala que, entre otras irregularidades, Iqoxe Carecía de un plan de emergencia externo y su responsable de seguridad ni siquiera avisó del accidente. Después tampoco él pudo dar ninguna información a la bomberos, una vez que se presentaron en la planta. Se encontraba en estado de shock, pero no había previsto ningún escenario, con su responsabilidad, en el que él mismo no estaría presente, algo que provocó en los equipos de asistencia “un grave desconocimiento de lo que se enfrentaban”.

Y el día de la explosión nadie de Iqoxe alertó al servicio de emergencia. era suyo Centro de Coordinación (Cecat) quien tuvo que contactar con la empresa. Por eso no sabían que el incendio en el almacén OXIDO DE PROPILENO hasta casi una hora después de que empezó a arder.

La Fiscalía señala que la planta petroquímica operaba “en situación de grave riesgo permanente para los trabajadores”, con producción las 24 horas del día, todos los días. El Inspección Carencias graves certificadas frente al riesgo químico. Además, los empleados de la sala de control de derivados tuvieron que abandonar la sala para realizar otras tareas, lo que significó dejar el panel desatendido durante horas. Por ello, exige once años de prisión para sus tres directivos, y una multa de 16.800 euros para cada uno de ellos.

Y aunque las familias de los tres fallecidos han renunciado a indemnizar, el fiscal exige más de 13 millones de euros en concepto de daños materiales y de heridos, que serán abonados conjuntamente por los acusados.

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