En apenas unas horas, este miércoles, el tribunal popular cumplimentó el cuestionario que constituye el objeto de la sentencia, y ello tras un juicio celebrado en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en formato reducido, ya que el propio imputado reconoció la hechos y se negó a testificar, por lo que la fiscalía renunció a gran parte de las pruebas aportadas.
Confesión atenuante y alteración psíquica
La propia confesión del acusado., ya realizado el primer día de la vista, y las declaraciones de algunos testigos, como el sargento de la Guardia Civil que instruyó la investigación; el empleado del bazar donde el acusado compró el cuchillo con el que mató a la víctima; los peritos forenses, que confirmaron la muerte por hemorragia masiva tras recibir “entre 80 y 90 puñaladas”; o los peritos que explicaron el hallazgo del ADN del acusado en el calcetín de la víctima; Han dejado poco lugar a la duda o la interpretación.
junto al mitigación de confesión, el jurado ha considerado probada la alteración psicológica que, si bien no consta que afectara a la capacidad intelectual del acusado, sí podría haber perjudicado su capacidad para controlar sus impulsos. Esta circunstancia ya había sido reconocida desde el principio por las acusaciones, toda vez que se ha demostrado que Miguel Ángel Sufre esquizofrenia paranoide y no seguía tratamiento. en el momento de los hechos.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular, llevada a cabo por los hermanos de la víctima, mantienen su petición de que se condene a Miguel Ángel a 14 años de prisión.