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El tratamiento
Los médicos de familia suelen ser quienes acompañan al paciente durante el tratamiento para dejar de consumir tabaco. “Les explicamos qué es, si no lo hacen o enferman, y fijamos un día para dejar de fumar”, explica Muíños. Una vez decidida la fecha se prescribe el medicamento (en total, 100 pastillas). Durante los primeros tres días, la persona toma seis comprimidos diarios, aunque la dosis va disminuyendo a medida que avanzan las semanas. “Una persona puede fumar al quinto día, a partir de ese momento no puede fumar”, dice el médico.
El día 25, el paciente finaliza el tratamiento y, si ha seguido las pautas sanitarias, ha conseguido dejar de fumar. “Si estás convencido, funciona, porque La adherencia de dos fumadores al tabaco debe ser tan fuerte como a dos drogas llamadas duras.“Los medicamentos actúan sobre los receptores para que alguien tenga ganas de fumar y le quite las ganas”, afirma. Aun así, Muíños reconoce que “otro tema” son las recaídas: “Ese es un tema ligado a otras cosas, a los hábitos sociales, por ejemplo. Pero los medicamentos son extremadamente efectivos”. De hecho, afirma que El éxito de la medicación depende, en gran medida, del grado de implicación de los pacientes: “Vemos que es más efectivo para las personas que vienen a solicitar someterse a un tratamiento que para las que solo proponemos”.
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