Carlos Diéguez entra en el olimpo de los científicos: “É unha honra”



El orense Carlos Diéguez (San Xoán de Río, 1955) está de enhorabuena. Hoy pronunciará su discurso de ingreso como académico de número de la Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC), “un gran honor que no esperaba”. No se olvida de sus compañeros y destaca que el reconocimiento también es para ellos: “Me designaron como representante de un grupo relativamente grande “de personas que, durante más de dos años, han trabajado en el campo biomédico”.

En un día tan especial no se olvida de su tierra natal. “Nació en San Xoán de Río., uno de los dos municipios más pobres de toda Europa, pero también el municipio con más investigadores por habitante de Galicia, a día de hoy, o más académicos por habitante. Na RAGC somos dos: Herminia Domínguez e eu”, apunta. Reconoce el esfuerzo de las familias en un momento en el que era necesario trasladarse a Ourense para estudiar bachillerato: “Hicieron un esfuerzo brutal para darnos a todos ese futuro.. El esfuerzo se traduce en cosas como este reconocimiento”.

Su carrera

Diéguez tiene una larga trayectoria profesional ligada a los campos de la Neuroendocrinología y la Nutrición, por los que cuenta con reconocimiento mundial. Fue un profesor de la Facultad de Medicina quien lo inició en esta área, aún durante sus estudios. “Proponer a un grupo de estudiantes realizar un pequeño proyecto de investigación., y ahí fue donde comencé”, recuerda. Nunca se había imaginado dentro de un laboratorio, pero la obra lo conquistó: “A vida da moitas voltas”. Asegura que no existe una “receta máxima” que defina a un investigador, pero sí reconoce que son necesarias vocación, curiosidad y capacidad de trabajo. “Al final estás trabajando las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pase lo que pase. Hay gente a la que le gusta, gente que está un rato y busca otros caminos… También depende del momento vital de cada uno”, explica.

Durante más de 10 años fue director del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela, lo que le proporcionó nos permitió estar en contacto con las nuevas generaciones de científicos. “No hay dos diferentes a épocas anteriores, hay cierta tendencia a decir que antes todo era mejor, pero la calidad es la misma”, afirma.

Respecto al interés de las administraciones por la ciencia, señala la falta de inversión en España: “Aún estamos muy por debajo de la Unión Europea, este año tenemos menos fondos europeos, pero todavía estamos por debajo de la media. “No podemos presumir de contar con una financiación acorde al desarrollo futuro del país”. Aun así, valora el interés de la población: “Hay interés por parte de la sociedad en coñecer o en nuestro trabajo, no CiMUS lo vemos”.

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