Las tres lneas maestras de Feijo: choque frontal por la amnista, cercar al PNV y ultimtum a Snchez


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El líder del PP establece una dura oposición y ya considera imposible cualquier pacto de Estado con el PSOE a medio plazo

El presidente del PP, Alberto N.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijó.ALBERTO DI LOLLI

El PP pronunció el discurso de Alberto Nez Feijo en la investidura de pedro sánchez mucha más importancia que una mera réplica. No bastaba para el poder territorial y orgánico del partido que su líder criticara la amnistía y advirtiera de la erosión del Estado de derecho. No. El PP quería oír a Feijó cuadrar el círculo de la dureza sin tensiones. Muy contundente contra Sánchez y alejado de Vox y las manifestaciones en torno a Ferraz y el Congreso, fue el resumen que hicieron los principales cargos. popular.

Y Feijó, consciente de que lo que dijo ayer marcaría la pauta de la oposición que desplegaría el PP en los primeros compases de la legislatura, subió el tono y fue duro. Se desmarcó claramente de Sánchez y descartó cualquier pacto de Estado a medio plazo, pero también se desmarcó de Santiago Abascal.

Al primero le dijo que no contara con él para modificar su mayoría parlamentaria y privilegiar una casta política por encima del resto de españoles: Cuando te falle el independentismo, cuando te supere hasta la legislatura, y sucederá, no busques Yo me quedo con la mayoría de los españoles que usted considera de segunda clase.

Y primero le di una caricia al líder de Vox en comparación con Sánchez -el señor Abascal muchas veces muestra más altura de Estado que usted-, pero luego no me creí ni uno solo de los encuadres.

Mientras Abascal hablaba de golpe de Estado, comparó al presidente en funciones con hitler y amenazó con romper los pactos autonómicos con los populares si no torpedeaban la Ley de Amnistía en el Senado, Feijó se mantuvo en los márgenes institucionales y lo máximo a lo que acudió fue a pedir activar todas las alarmas democráticas de cara al futuro.

Pero todo ello sin calificar de dictadura la actual, sino reconociendo que la mayoría de investidura es legítima y proviene de un procedimiento constitucional. Eso sí, no sin antes acusar al candidato socialista de insultar y engañar a todo el mundo. En la dirección del PP y en las baronías saludaron esta aceleración controlada de Feijó: La dureza es compatible con la moderación. Ha cumplido sus mejores dos meses y medio en el PP, afirmó un dirigente genovés en relación a las dos sesiones de investidura que se han celebrado. Era lo que tenía que hacer, dice un barón. Si no fueras duro hoy, perderías una oportunidad…

Así, la réplica al discurso de investidura de Sánchez ha servido al líder del Partido Popular para calibrar el alcance de la oposición que quiere desplegar durante los próximos meses. Al menos, hasta que vuelvan a haber elecciones (las próximas elecciones nacionales son las europeas de junio de 2024).

Como si quisiera alternar huellas dialécticas de la gravedad de aznar y el sarcasmo de RajoyFeijó midió al milímetro su discurso para mostrarse a la vez duro con el PSOE e irónico y glidón con sus socios. Cargar sin piedad contra la amnistía y contra los pactos del PSOE, pero intentando que el debate no sea de tensión en la derecha.

Por ejemplo: si el portavoz de Vox, Pepa Millán, calificó al secretario general socialista de golpista y aprendiz de tirano, el presidente del PP mantuvo que la investidura nació del fraude electoral y hay que encender todas las alertas democráticas. Ambos son mensajes duros, pero uno se queda dentro del anillo institucional y el otro no.

Lo que usted trae no se vota, dijo Feijo en referencia a la amnistía por los crímenes del proceso durante más de una década. Es un ejercicio de corrupción política. Tomar decisiones contrarias al interés general a cambio de beneficios personales es corrupción política, insistió. El señor Sánchez no ha conseguido el apoyo de nadie, lo ha comprado firmando cheques que pagaremos todos, y eso acaba en humillación. Sánchez se humilla, como él, pero no tiene derecho a humillarnos a los españoles, advirtió. La historia no les dará amnistía, se los aseguro. La imagen que quedará de su presidencia es la de Puigdemont regresando a España, subrayó.

Después, dio un paso atrás para retratar a los miembros del PSOE, con especial crítica al PNV, Junts y Podemos, que han quedado deshonrados al aceptar políticas que no comparten. E incluso piensan que Sánchez les va a dar lo que le piden, o lo que les ha prometido. No son mayoría ni son progresistas. A menos que Junts haya decidido abandonar todo lo que quedaba de CiU o que el PNV haya abandonado el tractor por la hoz y el martillo, el acoso. Y aseguró al PNV que su lugar lo ocupará el PP de Euskadi en las elecciones autonómicas de 2024.

Enhorabuena al independentismo, porque ahora tiene el presidente que quiere: más vale dócil que fiable, pero España no se rinde, concluyó.

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