El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha advertido este lunes de que la reforma de la financiación autonómica “no debe entrar en la negociación de un nuevo Gobierno”. Carriedo acordó con la ministra del ramo en funciones, María Jesús Montero, que Esta reforma “es urgente”. Sin embargo, la prisa, a su juicio, no se ha producido ahora, tras las elecciones generales del 23 de julio, sino que es una necesidad desde hace tiempo.desde que en 2009 Zapatero accedió al modelo con Esquerra Republicana de Catalunya sin escuchar al resto de autonomías».
“Hace tiempo que perdió su vigencia”, añadió, entre otras cosas porque “no responde a los intereses de esta Comunidad”. Carriedo, tras el Consejo de Gobierno de este lunes, ha recordado que han sido muchas peticiones de la Junta de Castilla y León abordar la reforma del sistema de financiación sin que hasta ahora se haya acometido. De ahí que existan sospechas más que fundadas de que la actual urgencia que han mostrado los miembros del PSOE tienen que ver con la negociación que los socialistas se están llevando a cabo para obtener el apoyo suficiente para formar el próximo Gobierno de España ya que son los partidos nacionalista e independentista catalán y vasco los que tienen la llave. Por ello, el consejero portavoz ha advertido que “la financiación autonómica no debe entrar en la negociación de un nuevo gobierno”.
Carriedo ha recordado que Castilla y León, como ya quedó reflejado en un acuerdo comunitario y, posteriormente, firmado por ocho autonomías, se compromete a “variables de territorio y demografía” tienen más relevancia y, sobre todo, ha insistido en que debe haber una “negociación multilateral en la que participen todas las comunidades autónomas”.
«No creemos que un tema tan importante como este tenga que ser pagando un precio político para formar gobierno sino que, por el contrario, hay que negociar con todas las autonomías y en igualdad de condiciones”, ha aseverado. También ha creado temor en el Gobierno regional por la posible condonación de la deuda a determinadas comunidades que aparecen contemplados en el nuevo modelo de financiación.
En este punto, Carriedo ha reclamado que si se lleva a cabo esta medida “tiene que ser con criterios objetivos y en un plano de igualdad». “Un reparto desigual, de forma no objetiva y dirigido solo a algunas comunidades, no tiene sentido sólo porque el voto de determinadas formaciones independentistas es más necesario para formar un Gobierno de España”, ha advertido la ministra de Economía, por quien “La negociación de la deuda no puede ser el pago de un precio político que crea desigualdades y desequilibrios”.