Pedro Sánchez, investido presidente del Gobierno al sumar a Puigdemont a la ‘mayoría Frankenstein’


Sin sorpresas, pero con advertencias de sus socios, Pedro Sánchez Pérez-Castejón ha sido reelegido presidente de la Gobierno este jueves. el secretario general de PSOE ha reunido a su alrededor un apoyo de 179 escaños que le ha permitido ser investido en la primera votación, superando la mayoría absoluta, pero eso no oculta la fragilidad de su apoyo, que le advierte de ahora en adelante que su “sí” de hoy Es gratuito –no lo ha sido todavía– y afrontará una ardua negociación en cada iniciativa. Y que, para mantenerse en el poder, ha cruzado su penúltima línea roja.

Sánchez, antes elecciones generales del 23Jse comprometió a no conceder a los demandados la ‘procés’ el amnistía, que calificó de “inconstitucional” e “ilegal”. Pero esa ley que los independentistas ya impulsaron la pasada legislatura, y que fue rechazada por el PSOE porque los abogados del Congreso Dijeron que estaba “en clara contradicción” con la Constitución, que prohíbe los indultos generales, es ahora promovido por los socialistas. Esa, y no otra, ha sido la clave que le permitirá continuar como presidente, con los votos de ERC y Juntos.

Las viejas promesas de Sánchez -que alguna vez se ofendió si le preguntaban si estaba dispuesto a dejar la gobernabilidad de España en manos de los independentistas o a llegar a un acuerdo con EH Bildu, coalición que integra a los herederos del ilegalizado Batasuna, antiguo brazo político de ETA, caen en el olvido. Sólo su compromiso de no permitir una referéndum de autodeterminaciónpero la hemeroteca del líder socialista ya demuestra que esto no es garantía de nada.

El presidente dijo que en el ‘procés’ hubo rebelión y derogó el delito de sedición —por el que fueron condenados los líderes independentistas juzgados por el intento de secesión de 2017—, comprometidos a respetar el pleno cumplimiento de las penas impuestas por el Corte Suprema e indultó a los separatistas, aseveró en el último día de la campaña electoral de este julio que no iba a conceder una amnistía y es ahora la primera ley que impulsa con su “mayoría progresista”. Este miércoles, en su discurso, defendió la legalidad de una medida que condena los crímenes al olvido.

“Las circunstancias son las que son”, solemnizó Sánchez este miércoles. Las circunstancias son que necesita los votos de Junts, cuyo líder, Carlos PuigdemontEstá prófugo en Waterloo (Bélgica) desde 2017. El socialista defendió la amnistía como un “perdón” a quienes desafiaron al Estado y rompieron la convivencia en Cataluña Ya han pasado seis años, pero esto enfadó a su nuevo aliado, uno más, que insiste en que en el ‘procés’ no se hizo nada ilegal y que, por tanto, no hay nada que perdonar. Su portavoz en la Cámara Baja, Miriam Noguerasse reunió urgentemente con Santos Cerdánel número tres del PSOE, que ya actuó como corresponsal en Bruselas en sus reuniones con el prófugo.

Lawfare, la nueva piedra en el zapato

Pese a las muestras de malestar de Junts, la investidura no corría peligro. Pero Nogueras destacó, entre la amenaza y el chantaje, que las 1.486 palabras del acuerdo entre Junts y el PSOE deben cumplirse si los socialistas quieren la estabilidad que anhelan. Entre esos términos relatados por el independentismo se encuentra, por ejemplo, el ‘lawfare’ -presunta persecución política por la vía judicial- que no está incluido en la ley de amnistía socialista, pero que también fue reivindicado, con su habitual sarcasmo, por ERC. portavoz, Gabriel Rufiánde la galería de ponentes.

Uno a uno, todos querían fijar una postura contra Sánchez. El portavoz de EH Bildu en la Cámara Baja, Mertxe AizpurúaEl presidente ha advertido este jueves que no, que el apoyo de los ‘abertzales’ a la investidura tampoco es “un cheque en blanco” y que no significa que se lo deban a su Gobierno. “Esperar lo mejor y prever lo peor”, dijo su homólogo en el PNV, Aitor Estebanque ha retado al PSOE a cumplir sus compromisos, a sabiendas de las decepciones pasadas, entre ellas “el reconocimiento nacional” del país Vasco.

La fractura en el hemiciclo, aumentando

Sánchez ha conseguido el apoyo de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Pero frente a él tiene una minoría nada despreciable de 171 votos en contra, con el PP, Vox y UPN en un bloque que confirma la fractura en la cámara. Alberto Núñez Feijóoaunque reconoce legítima la investidura de Sánchez, habló este miércoles de “fraude” porque los electores votaron al PSOE y al PSC con un mensaje claro: no a la amnistía. Santiago Abascalmucho más duro, comparó la llegada al poder del socialista con la del Adolf Hitler y lo acusó de dar “una copa”.

La dureza en los discursos parlamentarios es habitual, pero lo vivido en este debate de investidura, rodeado de tensión social con protestas en las calles contra la amnistía, marca quizás un nuevo nivel de tensión. Este miércoles, los manifestantes reunidos frente al Congreso se trasladaron posteriormente a Ferraz, a la sede del PSOE en Madrid, acompañado de los 33 diputados de Vox, que abandonaron el pleno sin escuchar la respuesta de Sánchez a Abascal. Nuevamente hubo disturbios por parte de grupos ultra.

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