El matrimonio treintañero, español y española, no había levantado sospechas porque hacían “vida normal” en Bargas, a un paso de la capital toledana. Sin embargo, en el salón del chalet donde alquilaban tenían un laboratorio ilegal de marihuana. La Policía Nacional y la policía local lo desmantelaron el pasado 6 de noviembre, aunque no se supo hasta este jueves: allí incautaron 446 plantas y 12,6 kilogramos de hojas y cogollos ya recogidos.
Así terminó otra colaboración entre los agentes de ambos organismos, que comenzó hace meses. Funcionarios de la Policía Nacional especializados en narcóticos pidieron ayuda a los agentes municipales, quienes comenzaron a patrullar la urbanización Los Nogales, al lado del centro comercial La Abadía.
Después de semanas de trabajo, las sospechas finalmente se centraron en una gran casa unifamiliar alquilada en Calle Doctor Marañón. Allí residían desde hacía poco tiempo una mujer de 33 años y un hombre de 34, madrileños y sin trabajo conocido. El característico olor a marihuana, los aparatos de aire acondicionado y extractores -ubicados en una parte no visible desde la calle-, además de una conexión de luz ilegal, sugerían que podría haber una plantación ilícita en su interior.
Con pruebas suficientes reunidas, policías nacionales y locales se presentaron en la casa la mañana del lunes 6 de noviembre, cuando la pareja se encontraba en el interior. Eran aproximadamente las nueve. Con la correspondiente orden judicial registraron el chalet y en el salón encontraron tres habitaciones construidas con paneles de yeso y comunicadas. Esto permitió al matrimonio mantener en funcionamiento continuo tres cultivos individualizados perfectamente acondicionados. De esta forma potenciaron el crecimiento de la planta y sacaron más provecho de la cosecha.
El laboratorio se mantuvo gracias a la conexión ilegal de la casa directamente a la red de suministro eléctrico. En su interior, 446 plantas en avanzado estado de floración, que Podría haber supuesto una cosecha mínima de 66 kilos de marihuana en unas semanas.
Los dos detenidos, que no ofrecieron resistenciafueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Toledo acusados de un delito de tráfico de drogas y otro de defraudación eléctrica.