En 65 de los 92 municipios de la provincia se paga más Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que en la ciudad, lo que genera importantes agravios a la hora de pagar impuestos. Al parecer no tiene mucho sentido que así sea, pero seguro que hay una cuestión técnica que lo justifica.
Sea como fuere, si los impuestos a la vivienda son más caros en las zonas rurales que en la ciudad, No contribuye a la compra ni a la repoblación de muchos pueblos que se encuentran abandonados.
Las medidas de rejuvenecimiento demográfico son muchas y muy lentas porque sus resultados no son inmediatos. Si a la falta de servicios básicos le sumamos que se pagan altos impuestos, el resultado es una caída en las expectativas de ir a vivir al pueblo.. Todos los esfuerzos son insuficientes para evitar la sangría demográfica y también el saqueo de los bolsillos a través de los impuestos.