Este mes de agosto ha traído una “doble” sorpresa a los técnicos de cuidado animal de Bioparc Valencia porque, cuando la hembra Pincha se puso de parto, llegaron gemelos en lugar de una cría. Y no son dos “bebés” cualquiera, ya que es el puercoespín sudafricano (Hystrix africaeaustralis), la mayor de todas las especies de puercoespín que podemos encontrar en nuestro planeta.
La “pequeña pareja” se encuentra fuera de peligro y estable, pero el grupo de profesionales responsables de su bienestar ha tenido que implementar el protocolo especial de crianza “a mano”, ya que la hembra no facilitaba la lactancia y podía perder el control. vida si no se actúa rápidamente.
La asistencia a los gemelos implica el establecimiento de turnos las 24 horas del día. para mantener la alimentación con biberón de tamaño “mini” cada dos horas. Siempre consciente de que su evolución sigue siendo positiva, esta rutina debe mantenerse, al menos, durante el primer mes de vida, cuando se podrán espaciar las tomas, y al mes y medio se empezará a introducir alimentos sólidos.
El objetivo es que crezcan fuertes y sanos y puedan interactuar con sus congéneres lo antes posible, teniendo en cuenta que Bioparc Valencia alberga un grupo de 10 animales, el mayor de España para el puercoespín sudafricano. Esta especie está incluida en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que evalúa el riesgo de extinción. En este caso, aún con el peligro de caza y pérdida de hábitat, las acciones de protección han logrado mantener actualmente una población estable.
La vistosidad de esta especie de puercoespín y su capacidad para enfrentarse a poderosos depredadores como leones o leopardos ha hecho creer que lanzan sus púas para defenderse de sus enemigos. La realidad es que estas púas son una protección impresionante que se pega y se desprende en caso de ataque.
además, el impregnar con su propia orina para que infecten al adversario. Al nacer, con un peso de entre 350 y 400 gramos, las espinas son blandas y la queratina que las forma se endurece hasta formar una verdadera concha. Normalmente los utilizan de forma intimidante, emitiendo un sonido que recuerda al de las serpientes y cuando se erizan parecen aún más desafiantes.
En Bioparc Valencia podrás ver esta impresionante especie en la zona que recrea la sabana, junto al bosque de baobabs donde se encuentra la manada de elefantes, con la pequeña Makena que acaba de cumplir 9 meses.
También forma parte de la reconocida exposición educativa “El ciclo de la vida”, un complemento a la visita para observar “en vivo” las diferentes estrategias cinegéticas y de defensa de distintas especies de aves y mamíferos. Durante todo el verano se realiza dos veces al día y, junto con las numerosas actividades gratuitas que se ofrecen, resulta especialmente atractivo para las miles de personas que visitan el que está considerado uno de los mejores parques de animales del mundo.