‘Capi’, el atleta aficionado de los 150 maratones y 50 ultramaratones


Forrest Gump empezó a correr para escapar de los matones, del dolor y de la humillación. Alberto Teijeiro Perezagua, ‘Capi’ desde infantil, corre porque le gusta. Tan sencillo como eso. Su primera maratón (42.195 metros) fue en Madrid en 2007. “Acabé agotado, pero me gustó y me picó el gusanillo”. Al año siguiente jugó dos y así hasta ahora.

El 23 de diciembre alcanzará la marca de los 150 maratones, ya a la edad de 51 años, tras haberlos completado seis días antes. Será en la localidad ciudadrealeña de Campo de Criptana entre molinos de viento, quizás los mismos, o parecidos, con los que luchó Don Quijote creyendo que eran gigantes.

‘Capi’ es un gigante, aunque no por su altura, 170 centímetros, sino por su constancia. A pocos días de su hazaña en La Mancha, intentará otra hazaña: su ultramaratón número 50. La prueba, en el municipio leonés de Matallana de Torío, con un recorrido de 65 kilómetros y 5.300 metros de desnivel positivo. Es una prueba reservada a unos pocos, 70 dorsales, y los participantes han sido seleccionados por su carrera deportiva. ‘Capi’, madrileño aunque toledano del barrio de La Antequeruela, es uno de ellos.

El apodo proviene de cuando era un renacuajo. «En la guardería yo era hijo único. Empezaron a llamarme capitán de la clase; Supongo que lo acortarían y me quedé en ‘Capi’. Desde entonces, todos, incluso en mi familia, me llaman así. De hecho, mucha gente no sabe cómo me llamo”, cuenta a torrevieja news today sin perder el buen humor.

Este trabajador de una farmacéutica, que nada dos días a la semana en lugar de correr, no lleva la cuenta de los miles de kilómetros de entrenamiento que tendrá en sus dos fuertes piernas desde que empezó a correr maratones, ahora más en montaña. que sobre asfalto, hace exactamente 15 años.

Esa “fiebre” le llevó a correr varias veces dos veces un mismo fin de semana: una, el viernes, y otra, el domingo. “Es una distancia exigente, pero me gusta”, repite la deportista del club Bikila de Toledo. “Tampoco pasas todo el día como en una ultramaratón”, añade antes de desvelar que suele pasar unas tres horas y media en un maratón de asfalto, “a cinco minutos por kilómetro”.

El que más ha corrido ha sido el de Madrid, en catorce ocasiones, “y es el que más me gusta sobre asfalto porque tiene mucho ambiente, está cerca de casa y me encuentro con muchos amigos que No veo durante todo el año.” En montaña se lleva la palma Alpino, en la Sierra de Guadarrama, que ha competido en diez ocasiones. “Pero me quedo con uno, Somiedo”, dice.

Con su mujer, Susana, tras finalizar ‘La Desértica’, organizada por la Legión en Almería

Desde hace tres años no está solo. Corre con su esposa. “Susi se ha enganchado un poco y todas sus maratones, creo que ocho, han sido en montaña”. Los dos han participado juntos en ‘La Desértica’ (70 kilómetros), La Transvulcania (48) y los 101 (kilómetros) de Ronda organizados por la Legión. Y Susana también estará junto a su marido en Matallana de Torío, aunque correrá la prueba de montaña de 16 kilómetros, reservada a 250 dorsales.

‘Capi’ reconoce que ha tenido mucha suerte con las lesiones. “No es un gran dolor”, afirma este deportista amateur, que el 23 de diciembre marcará un hito en su carrera: celebrar 150 maratones junto a los molinos de viento que dominan la cima del Campo de Criptana. “Está al lado de Toledo y, si alguien quiere acompañarme, no tiene que viajar mucho”. Como Forrest Gump. La hazaña lo merece.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *