en un circuitoy en dos vehículos de doce metros de largo, mostrar sus habilidades bajo la atenta mirada de los examinadores y jueces. “Están todos muy nerviosos e intentamos calmarlos, aunque no es fácil llevándonos en el autobús con ellos”, afirma uno de los encargados de puntuar a los participantes.
Entre otras pruebas, uno de ellos llama la atencion: Tienen una placa en el salpicadero del vehículo, con una pelota de tenis en su interior, y si se cayera significaría que se les restarían todos los puntos. “Esto me asustó un poco, pero lo peor es el slalom”, afirma Manuel al finalizar la prueba.
Y lo comprobamos cuando subimos al vehículo. Ofeliauno de los diez mujeres que se han inscrito en el concurso, el Nervios crujientes, difícil para ella y también para quien ofrece la imagen. “Dios mío, estaba muy nerviosa haciendo el slalom hacia atrás”, se lamenta riendo. La verdad es que no ha tocado ni un solo cono, por lo que el resultado es satisfactorio.
Se busca una conducción suave, el tráfico por un paso estrecho, el aparcamiento lateral y se calcula la precaución. “Es lo que hacemos todos los días pero llevado al extremo”, afirma Edgar.
De todos ellosHabrá el mejor conductor de autobús de toda España. ¿Y qué gana? El reconocimiento por ostentar ese primer lugar y, por supuesto, el aplauso de sus compañeros. Después de tres días de pruebas, nervios y convivencia entre todos los profesionales del sector, ha llegado el momento del veredicto.