Alfonso Rueda tenía previsto lucir el ‘Galicia non para!’ autobús turístico. Este domingo en Castro Caldelas, pero tuvo que desplazarse en coche hasta el ayuntamiento de Orense, donde recorrió la localidad antes de comer en un restaurante-mesón con medio centenar de vecinos. El pasado viernes, el PP gallego denunció que la alcaldesa en funciones del municipio, la socialista Sara Inés Vega, había denegado el permiso al vehículo para ocupar la vía pública.
Después de ocho paradas en localidades de “todos los colores políticos”, desde que comenzó el pasado 1 de octubre en Bandeira (Silleda), por primera vez se vetó una escala de las visitas que está realizando el presidente del PPdeG por diversos motivos. Puntos de la geografía gallega. Una forma de mantener un contacto más directo, a pie de calle, cara a cara, con los vecinos. El ‘estilo Rueda’, más cercano y campechano.
El ‘no’ del concejal socialista, una caída respecto al maremoto a nivel político nacional, se traduce en un clima de tensión del que ni siquiera un ayuntamiento orense de poco más de 1.000 habitantes está libre. Está claro que hay elecciones regionales en el horizonte. Dos días antes, al PPdeG le molestó que el presidente de la Fegamp, al borde de la reelección, se reuniera en la sede de la federación nada menos que con el candidato de su partido, el PSOE, a la Xunta. El PP reaccionó presentando su propio candidato, aun sabiendo que Alberto Varela, concejal de Vilagarcía, obtuvo los mismos resultados. “¡Crujiente!” gritó José Manuel Lage Tuñas, número dos del PSdeG. El viernes le dieron un portazo en la cara a la empresa que gestiona el programa ‘Galicia non para!’ autobús. Los populares lo atribuyeron al “nerviosismo y miedo” de sus rivales. El PSdeG reaccionó tildando a Rueda y su partido de “desgranadores profesionales” que siembran “odio y polémica”.
Fiel al lema de campaña, Rueda decidió también acudir a Castro Caldelas, acompañado de su número dos, Paula Prado. Allí, informó el PPdeG, destacó que, ante los “obstáculos” puestos por la izquierda, Galicia prefiere seguir siendo una “isla de estabilidad”; alejarse del “sectarismo” del PSOE y de un BNG que, la víspera, se unió a Bildu para manifestarse a favor de la independencia del País Vasco.
Cañas y carpas
Uno de los argumentos del PSOE de Orense para justificar el rechazo al autobús de Rueda es que el próximo domingo colocarán las urnas para repetir las elecciones municipales del 28 de mayo, debido a las irregularidades en el voto por correo que denunció el PP, que Le separó del PSdeG un puñado de votos.
Sin posibilidad de hacer campaña esta vez, los socialistas rechazaron en un comunicado tener a los populares una semana antes “invitando gente a fiestas, montando carpas y haciendo propaganda”. Había, aun así, buen ambiente, el PP local estaba molesto con el alcalde, que les privó del autobús. Y Rueda se fue con una bica bajo el brazo.