Veinte años después de cometer sus tres primeros asesinatos, Noelia de Mingo vuelve a sentarse en el banquillo; en este caso, ella por apuñalar a dos mujeres en El Molar, municipio en el que residía bajo la custodia de su madre. El exmédico de la Fundación Jiménez Díaz, diagnosticado con esquizofrenia paranoide, se enfrenta a nueve años y nueve meses de prisión por agredir con un cuchillo a dos empleados de un supermercado en septiembre de 2021.
La Fiscalía le imputa dos delitos de tentativa de homicidio y otro de atentado. Reclama, en un juicio que comienza este lunes en la Audiencia Provincial, que se le aplique la eximente incompleta de anomalía psicológica porque “en el momento de los hechos tenía un florecimiento de su enfermedad mental en el que la percepción y comprensión de la realidad “Estaban seriamente alterados.” Para el Ministerio Público esto “limitó sus capacidades intelectivas y volitivas, aunque no las suprimió”.
Fue el 20 de septiembre de hace dos años, a las 11.30 horas, cuando Noelia de Mingo entró en un supermercado de El Molar y apuñaló al cajero en el abdomen “con la intención de acabar con su vida”. Inmediatamente después, forcejeó con un cliente y se dirigió hacia otro empleado que cayó al suelo mientras ella huía. Ella lo apuñaló dos veces por la espalda. Desde ese día la triple asesina se encuentra privada de su libertad.
Fue en 2003 cuando Noelia de Mingo, entonces de 31 años, apuñaló a ocho personas en Jiménez Díaz, donde trabajaba como residente de Reumatología, al sufrir un brote psicótico. Tres de ellos (un colega, un paciente y un visitante) perdieron la vida.
En 2006 fue absuelta al conocerse la defensa plena de locura mental y se ordenó su ingreso en un centro psiquiátrico por un máximo de 25 años. Pero después de varios informes, en 2017 su situación volvió a cambiar: fue dada de alta, debiendo continuar el tratamiento ambulatorio en su domicilio, al menos hasta 2028.