Las mafias chinas se pasan a los narcopisos y a ‘vuelcos’ de droga en Usera


Las mafias chinas se rigen por la ley del silencio, la endogamia y esa sabiduría casi orgánica que tienen para adaptarse a cualquier tipo de perfil criminal. Según ha podido saber torrevieja news today, la Policía Nacional tiene ahora como objetivo una quincena de narcotraficantes regentados por estos ciudadanos asiáticos; Una novedad porque hasta hace muy poco este tipo de puntos de venta de droga los firmaban españoles, latinoamericanos y, en algunas zonas de la capital como Vallecas y Lavapiés, africanos. Y, cuando los criminales del Lejano Oriente se ponen a trabajar, es bien sabido que lo hacen hasta las últimas consecuencias.

Hasta hace aproximadamente un lustro, la conocida relación de los chinos con el mundo de las drogas se limitaba prácticamente al consumo de ‘kai xin guo’ (algo así como “el fruto de la felicidad”) y otras sustancias sintéticas en locales de ocio. Exclusivo para personas de esta nacionalidad. Luego, justo antes de la pandemia, explotó el gran negocio que estaban haciendo con la marihuana, hasta convertirse en las auténticas ‘potencias’ del tráfico de estas sustancias desde España al resto de grandes países de Europa, sabiendo que allí el valor se multiplica. de lo que aquí se cultiva.

Desde el fin de la pandemia, añaden distintas fuentes consultadas, se han instalado en narcopisos del distrito de Usera, de los que hay entre una docena y quince conocidos por los responsables de la lucha contra el narcotráfico. “Pero sospechamos que pueden ser muchos más”, explica uno de los investigadores, que recuerda la escasez (o casi inexistencia) de denuncias entre sujetos activos y pasivos de este delito oriental.

Una ‘omertá’ que aprovechan para moverse con cierta impunidad. Lo mismo que la conversión de propiedades privadas en puntos de distribución de droga. La legislación española es muy garantista y los chinos ya empezaron a comprobarlo cuando trasladaron a las prostitutas a domicilio. Lo mismo ocurre con las drogas.

«Para ellos, el factor dinero es el más importante –dicen en la Policía–, por lo que adoptan cada vez más los métodos de otras organizaciones criminales de diferentes países. El negocio se desarrolla en bares de karaoke, algunos de ellos muy conocidos, en Leganés y Parla, que sólo frecuentan los asiáticos. En las farmacias ahora venden marihuana, ‘hielo’, ketamina y otras drogas sintéticas”. Una muy codiciada en esta comunidad es la llamada ‘agua de Dios’ o ‘agua sagrada’, que se puede consumir empapada en toallitas como las que se utilizan para limpiarse las manos después de comer marisco, una sustancia que, en apenas veinte minutos, provoca en quien la ingiere una desinhibición sexual, capaz de permanecer desnudo y dejarse hacer por la primera persona que pasa. Su precio es de unos 300 euros por dosis.

Estos consumos suelen producirse a borbotones, debido a las tendencias, del mismo modo que ahora no falta la falsamente llamada ‘cocaína rosa’ o ‘tusi’ en las intoxicaciones por estupefacientes entre los occidentales: «En las casas de droga chinas, a diferencia del resto, lo que se hace es solo vende. Los clientes entran, compran y salen, mientras que en los demás también se puede consumir en el interior”; como en los conocidos como ahumaderos, que comenzaron en las parcelas y búnkeres de los clanes de los cañada real y se propagaron a los hogares.

El ‘factor dinero’

Otra característica es que las viviendas donde los asiáticos practican esta distribución de estupefacientes suelen ser de alquiler, en propiedad o incluso “hoteles clandestinos”: habitaciones compartimentadas que se han construido dentro de un edificio de forma generalmente ilegal y que se alquilan. Hay varios ejemplos en Usera, donde la población residente china, pero también comercios de este origen, es la mayor de la capital. Como es costumbre en ellos, los vendedores y compradores son de esta nacionalidad. Curiosamente, la mercancía sale de ese círculo.

Se han sumado al robo de alijos tras oler el dinero que implica esta práctica, hasta ahora de grupos españoles y latinoamericanos.

Y, por supuesto, donde hay drogas, hay negocios. No olvidemos: “Factor dinero”. Por eso, han olido el aroma de los cientos de miles e incluso millones de euros que pueden conseguir sumándose a las ‘turnovers’: esa práctica de robar botín a otros traficantes que iniciaron las organizaciones criminales colombianas, conocieron las españolas y ahora se vuelve popular. entre los chinos.

De hecho, a principios de noviembre se informó que la Policía Nacional había detenido a tres personas e imputado a una cuarta que formaba un grupo que literalmente compraba tarjetas de identificación de extranjero (TIE) a ladrones y carteristas que se las llevaban. Habían robado a otros ciudadanos chinos.

El ingreso y allanamiento a la sede de esta mafia asiática se produjo el pasado 18 de septiembre. Se trata de un domicilio cercano a la calle Rafaela Ibarra y al Parque de Pradolongo, en el distrito de Usera. Allí, los investigadores se incautaron de multitud de TIE (originales y manipulados), así como documentación comercial y comercial utilizada para adquirir productos y materiales financieros suplantando las identidades de los perjudicados.

Pero había algo más. También incautaron cuatro armas de fuego -dos cortas y dos largas-, dos pistolas Taser, municiones, un arco, una ballesta, un chaleco balístico y un dispositivo de geolocalización, entre otros elementos. Asimismo, se descubrieron distintos tipos de sustancia estupefaciente, en concreto 11 pastillas de hachís, 15 kilogramos de cogollos de marihuana envasados ​​al vacío y 350 gramos de ketamina, así como instrumentos para su elaboración y distribución.

Está abierta una investigación paralela sobre armas y drogas. Y todo indica precisamente que podrían dedicarse esos ‘vertimientos’ de sustancias a otras organizaciones. Cada vez hay más casos en el marco de estas bandas, que se mueven tanto en el mundo de la trata de mujeres como en el blanqueo de capitales o el tráfico de drogas.

Para Xing, el matón a sueldo

Por todo ello, el papel de los acosadores es fundamental. Hombres que son contratados como sicarios pero que, generalmente, no asesinan, como ocurre con los colombianos, por ejemplo. Una de las más conocidas entre las mafias chinas es la conocida como A Xing. Se trata de un treintañero de Usera que se vendía como mercenario y tenía a dos o tres tipos a sus órdenes para cobrar deudas, dar palizas a la gente o volar establecimientos, como restaurantes y tiendas de conveniencia. Siempre de compatriotas. Pero ha ido “perdiendo la cara”, como dicen en el argot, lo que significa que ha caído en desgracia. Ahora sigue moviéndose al margen de la ley, pero en otras tareas.

Un sicario que asesinó un negocio de angulas en Lisboa ha sido localizado en un hospital tetrapléjico por un accidente en Madrid

«Son más violentos entre ellos, por ajustes de cuentas o deudas. Hay un caso reciente y paradigmático. “En mayo fueron detenidos en Madrid dos individuos de esta nacionalidad por participar en un ajuste de cuentas”, afirma otra fuente consultada. Uno de ellos tenía orden de extradición de Portugal. Se había producido un enfrentamiento por una entrega de angulas a orillas del río el Tajo, en las afueras de Lisboa, en 2020. Le dispararon dos veces a la cabeza a su rival.

Operación Niu

Hasta hace poco las autoridades españolas fueron avisadas desde el Hospital San José, en la zona de Cuatro Vientos, donde tenían ingresado a un chino. Había sufrido un accidente de tráfico en el verano de 2022 y había quedado tetrapléjico. Su estado era tan lamentable que tuvieron que trasplantarle parte del cráneo al abdomen. Un injerto con el que salvar tu vida. Era uno de los sicarios buscados por el país vecino por el asesinato por compra y venta ilegal de angulas. Ahora es una persona totalmente dependiente, que no puede moverse sola.

También reciente es la Operación Niu (“buey de plata” en chino), que comenzó como una redada contra la prostitución asiática y las fiestas ilegales por la celebración del Año Nuevo de esa comunidad y sus lugares de entretenimiento. Acabó con una de las mayores incautaciones de mascarillas conocidas de la pandemia: 4 millones de unidades en el almacén de un hotel-karaoke para clientes de ‘alta gama’ en Leganés. Hubo 28 detenciones y también se encontró a tres aluniceros españoles consumiendo ketamina, cocaína y hachís.

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