Antes de solicitar la datación “de un laboratorio de Estados Unidos”, la identificación de la semilla encontrada pasó por manos de expertos internacionales. “En primera instancia la semilla llegó a manos de Nicolás Losilla, de la Universidad de Granada, pero como él es especialista en otro tipo de semillas y quiso asegurarse y colabora mucho con Jérôme Ros, del Centro Nacional de la Recherche Scientifique, el equivalente al CSIC francés, que es uno de los mayores expertos en pepitas de uva antiguas”, explicó Tejerizo. Y la dificultad, según explica, fue grande, al ser un lugar donde “hubo viñedos hasta prácticamente los años sesenta. Teníamos que asegurarnos de que era una semilla histórica porque sabíamos que el descubrimiento podía ser importante para una zona como Valdeorras, con tanta tradición vitivinícola; Las citas lo confirmaron”.
Tras el hallazgo, Tejerizo afirma que la hipótesis planteada por los investigadores indica que “la vid efectivamente se cultivaba, había vino local, pero es una idea que tenemos que seguir investigando en el futuro con más excavaciones, tomando otras muestras, viendo si siguen apareciendo este tipo de semillas, en qué cantidad, si alguna de ellas tal vez se pueda corroborar que fue una cierta tipo de cultivo. , etc.”. Aún así, la hipótesis propuesta encuentra apoyo en los numerosos lagares de época romana existentes en la zona de Larouco, bien estudiados por historiadores locales como José Fernández y Santiago Ferrer.
El camino para encontrar la semilla no ha sido fácil. Según el director del proyecto, “recuperar este tipo de evidencias delicadas requiere de una metodología muy precisa de toma de muestras de suelo que luego llevamos a un laboratorio donde son procesadas por flotación”. Tejerizo explica que incluso la forma de excavar tiene que ser “lenta”, es decir, “quitar los depósitos de tierra para poder ver qué cronología tienen, asociar materiales a depósitos, datar, un proceso más allá de quitar tierra, estamos hablando de Semillas de un milímetro de espesor”.
Por su parte, Francisco Alonso, de la empresa Tempos Arqueologías y coordinador de las excavaciones de campo en el yacimiento, explica que “no podemos decir que en el siglo IV d.C. existieran viñedos como los actuales, pero sí podemos sugerir que Las uvas y seguramente el vino eran partes importantes de las economías circundantes.”, y bromea diciendo que sí lo es “seguramente el vino estuvo muy bueno”.
Los datos del hallazgo serán expuestos en Santiago
El 24 de noviembre se presentarán los resultados de este descubrimiento. en un seminario internacional que se llevará a cabo en la Universidad de Santiago.
Para Carlos Tejerizo, “este día es aún más importante por lo descubierto, pero queremos poner sobre la mesa todos los datos que tenemos y poder discutirlo con los mayores especialistas que hayamos podido encontrar. Y por otro lado resaltar el sitio y la región, y todo el trabajo que allí se está haciendo”.
Para Celtia Rodríguez, codirectora de la intervención, “después de cinco años tenemos mucho que decir, pero seguro que otras visiones e ideas pueden mejorar nuestro acercamiento al sitio”. los especialistas Hablarán de uno de los yacimientos tardorromanos más completos de todo el noroeste peninsular.