Al comprobar que la tarjeta del tacógrafo no correspondía con la del conductor del vehículo, buscaron la identidad del verdadero dueño de la tarjeta, quien Resultó ser el dueño de la empresa de transporte. al que pertenecía el camión, con sede en Vigo.
El conductor investigado se aseguró así de que los tiempos de conducción y de descanso no estuvieran registrados en su tarjeta personal, pudiendo así aumentar tu jornada laboral o reducir su tiempo de descanso. Asimismo, el tarjetahabiente fue investigado por su necesaria cooperación en la consumación del delito.
Este tipo de fraude afecta a la seguridad vial, ya que provoca un agotamiento significativo del conductorquienes, al prolongar excesivamente su jornada laboral, ven reducidas sus capacidades de conducción, vulnerando gravemente la propia organización del sector del transporte.
Desde 2020 este delito es objeto de proceso penal, al considerarse falsificación. En la investigación, tanto al conductor como al titular de la tarjeta se le atribuye un presunto delito de falsificación de documentoslo que puede acarrear penas de prisión de hasta tres años y multas de hasta doce meses.
No es casualidad que hace exactamente un mes, en este Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, se detectara un caso similar, en el que el conductor utilizó la tarjeta de otro conductor de la misma empresa.