Según fuentes del Comando, El SEPRONA fue alertado de la situación por agentes judiciales que llevaron a cabo un desalojo en la residencia por impago del alquiler, encontrando varios animales sin vida.
Al registrar la vivienda, los agentes Hallaron los restos de tres gatos en el salón, uno de ellos momificado, así como los esqueletos de otros dos felinos. También descubrieron, detrás de la puerta de la cocina, el esqueleto de un perro que podría identificarse mediante un microchip.
Tras realizar investigaciones y tomar declaraciones a los vecinos, la Guardia Civil pudo localizar a la última persona que vivía en el piso. Es sobre una mujer que compartía vivienda con su pareja y dos menoresy cuyos datos coincidieron con los registrados en el microchip del perro fallecido.
Además, a través de una empresa de transporte de animales, los agentes confirmaron que El perro había sido entregado en mayo de 2022 en esa dirección.con los datos de la mujer actualmente investigada.
Los vecinos Informaron que la casa despedía mal olor desde hacía meses.especialmente después de que la pareja de la mujer tuvo que abandonar el apartamento debido a una orden de alejamiento judicial impuesta al investigado.
Él tenía antecedentes
La mujer ya tenía antecedentes por incidentes similares y había sido objeto de investigación por parte de la Policía Local de Pontevedra en episodios anteriores.
Los restos de los animales fueron trasladados al Centro de Protección y Refugio de Animales (CAAN) vinculado a la Diputación Provincial de Pontevedra para su análisis. Un veterinario profesional Confirmó que los animales murieron de hambre. y que, ante la falta de alimentos, recurrieron al canibalismo.
Con las modificaciones al Código Penal que introduce la nueva ley de Bienestar Animal, la investigada podría afrontar penas de hasta 2 años de prisión. El caso ha sido remitido al juzgado de guardia de Pontevedra.