Los abuelos de Émile, que se ocupan de sus cuidadores, estaban con el pequeño en el momento de su desaparición, de ahí el registro de su residencia principal, en La Bouilladisse, así como su otra casa, en Le Haut-Vernet. Durante estos registros a gran escala también se registraron las viviendas de otros vecinos.
‘Personas bajo investigación’
“Se trata de controles sobre personas que son objeto de la investigación. No hay nada que confirme por el momento que el autor se encuentre entre ellos, pero las búsquedas pueden permitir identificar a un sospechoso”, explicó al periódico una fuente cercana a la investigación. Periódico francés. ‘Le Parisien’.
El objetivo no era otro que comprobar con mayor precisión los horarios, detectar posibles relaciones o incluso mensajes sospechosos, según informa ‘Le Parisien’. Por ello, los investigadores realizaron un registro completo de las viviendas, pero también de los vehículos, e incluso recogieron muestras genéticas.
Ni rastro del pequeño Émile
Esta operación judicial es un nuevo rayo de esperanza para los jueces de instrucción y los gendarmes de la sección de instrucción de Marsella para finalmente poder desentrañar el misterio que rodea esta desaparición. Y las últimas búsquedas iniciadas en las semanas y meses anteriores no dieron ningún resultado: el pequeño Émile no aparece por ninguna parte.
El pequeño desaparecido tiene ojos marrones, cabello rubio y mide aproximadamente 90 centímetros de altura. El día de su desaparición vestía una camiseta amarilla, pantalones cortos blancos y zapatos para caminar.