Los incidentes comenzaron cuando los parlantes del estadio de Río de Janeiro sonaron el himno argentino y se desató una pelea entre algunos hinchas brasileños y visitantes que se extendió por varios minutos. La policía brasileña cargó duramente contra la afición argentina, ante el asombro y perplejidad de Messi y el resto de jugadores argentinos, que se dirigieron hacia la grada sur del Maracaná para pedir calma.
Leo Messi ordenó a sus compañeros que abandonaran el campo para dirigirse al túnel de vestuarios, antes del pitido del Maracaná. El partido comenzó con media hora de retraso tras graves incidentes en las gradas del Maracaná. Las imágenes fueron bochornosas y muestran el problema de violencia que vive el fútbol sudamericano. TyC Sports transmitió una secuencia en la que se puede ver a Dibu Martínez agrediendo a un policía en medio del tremendo altercado.
Messi, capitán de Argentina, se mostró crítico con la actuación policial tras el partido en el que el campeón del mundo venció a Brasil con un solitario gol de Otamendi.
“Mal, obviamente malo. Vimos cómo golpeaban a la gente, como pasó en la final de la Libertadores, reprimiendo a la gente con palos. Había jugadores que tenían familia ahí y obviamente la gente piensa en su familia. El juego es secundario. Nos retiramos para que Todo se calmó un poco, poco pudimos hacer y vimos cómo golpeaban a la gente.
El último clásico por las eliminatorias mundialistas entre Argentina y Brasil, disputado en 2021 en Sao Paulo, fue interrumpido cinco minutos después de su inicio por agentes sanitarios que acusaron a cuatro jugadores de la Albiceleste de haber violado las normas de prevención del covid por no haber guardado una cuarentena.
Hace unas semanas se reportaron incidentes violentos en Sao Paulo durante la celebración de la final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense. Unos incidentes en los que aficionados argentinos denunciaron la violencia policial de las autoridades brasileñas y la actitud de los ultras de la selección brasileña.