Como si de un jardín dentro de otro jardín se tratara, la Guardia Civil de Huesca ha localizado seis macroplantaciones de marihuana escondidas en zonas de difícil acceso del Pirineo aragonés, donde se cultivaban más de 12 toneladas de esta planta. En total, los agentes han detenido en la operación a 14 personas -una mujer y 13 hombres de entre 25 y 56 años- acusadas de pertenecer a un grupo criminal dedicado al cultivo y tráfico de drogas.
Las investigaciones, llevadas a cabo por agentes del Instituto Armado Graus (Huesca), comenzaron en marzo cuando descubrieron varias plantaciones de marihuana en lugares recónditos y casi inaccesibles de las comarcas oscenses de Sobrarbe y Ribagorza.
Vista aérea de una macroplantación de marihuana desmantelada por los Mossos d’Esquadra en una zona boscosa del Coll de Nargó
El tráfico de drogas
Los agentes localizaron también 73 kilos de cogollos secos, armas y 9 secaderos
Los presuntos responsables utilizaron un modus operandi particular para su actividad ilícita. Según los agentes, cada plantación estaba atendida por dos o tres personas que vivían escondidas en campamentos perfectamente camuflados en el bosque, desde donde organizaban su cultivo, mantenimiento y vigilancia.
Los individuos estaban preparados para vivir hasta seis meses en condiciones extremas, para lo cual contaban con suministro de alimentos, gasolina, artículos básicos y materiales de trabajo para mantener las plantaciones.
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Los cuidadores mantuvieron un nivel máximo de alerta en todo momento, con varias rutas de escape a través del bosque para escapar de los agentes en caso de que fueran descubiertos. En algunos de los campos habían instalado rudimentarios sistemas de alarma que advertían de la posible presencia de un extraño.
La dificultad del terreno en el que operaron requirió la intervención específica de la Unidad Aérea y del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que colaboraron en tareas clave de explotación y vigilancia para localizar y acceder a las plantaciones.
El tráfico de drogas
En algunos campos habían instalado sistemas de alarma rudimentarios.
Además de 12.637 plantas de marihuana y 73 kilos de cogollos secos, los agentes desmantelaron 18 campamentos y 9 secaderos utilizados por los detenidos. También se incautaron de varias armas, balsas de agua, generadores, bombas de agua y herramientas para el cultivo y procesamiento de drogas.
De los detenidos, ocho se encuentran en prisión preventiva, mientras que los otros seis se encuentran en libertad con cargos. Por otra parte, las plantas incautadas fueron destruidas en el lugar previa autorización judicial.
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La presencia de grandes plantaciones de marihuana en los Pirineos no es algo nuevo. Hace dos semanas, los Mossos d’Escuadra informaron que entre el pasado verano y 2022 desmantelaron dos organizaciones criminales dedicadas al cultivo de marihuana en zonas de muy difícil acceso del Pirineo catalán y su posterior distribución.
Los agentes detuvieron a 21 hombres de entre 19 y 40 años, originarios de países del Este, como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública. Además, destruyeron 27.000 plantas, lo que representaría 8,1 toneladas de droga, con un valor en el mercado ilícito estimado en 16 millones de euros para las ventas mayoristas (entre narcotraficantes) y 49 millones para las ventas minoristas.