El hombre, acompañado de su hija, llegó con el resto de viajeros en autobús desde Málaga para visitar una de las ciudades más bonitas de Andalucía. Quería contemplar, como cualquier recién llegado, las vistas monumentales desde el desfiladero o su antigua Plaza de Toros, entre otras maravillas. Estaba tan entusiasmado que, al bajar del autobús, dejó lo que luego le causaría un calvario de preocupaciones: su billetera.
Cuando el feliz coreano se acercó a su costado, buscando su riñonera, el mundo se le vino encima. Él no estaba allí. Pensó que tal vez la había dejado en el autobús, pero cuando regresó, el conductor ya había regresado. Viendo sus posibilidades decidió preguntarle al encargado de la cafetería de la estación de autobuses. “Tuve que usar el traductor del móvil para entenderlo y que él me entendiera. “Luego me dijo que se había dejado la riñonera en el autobús”, recuerda.
La riñonera contenía su pasaporte y 5.000 euros.
Pero los astros se alinean para ayudar al asiático. Resulta que Malena se encuentra con el conductor del autobús. y contacta con él. El conductor, Francisco Gavilán, observó que Había un bulto debajo del asiento del pasajero.: la riñonera aventurera. Examinó detenidamente el interior del mismo, donde había documentación relativa al hombre en cuestión y pudo confirmar que se trataba de él. Pero también encontró dinero, mucho dinero. Entre dólares, euros y wones (moneda coreana), la cantidad alcanzó los 5.000 euros. “Esto pasa con mucha frecuencia”, dice Gavilán, recordando que el día anterior también le regaló “una cartera a un chaval de Olvera que la perdió y otro señor la encontró en Málaga, dice”.
Y Malena, consciente del hallazgo, se lo comunica al coreano: “Estaba muy feliz, pero no hablaba del dinero, sino de su pasaporte. perderlo habría sido un tormento para él“, afirma. Al día siguiente Gavilán realiza su habitual viaje a Ronda. El despistado turista ya tenía previsto pasar la noche en la localidad donde reposan las cenizas de Orson Welles y pudo encontrarse con su “salvador”. En señal de agradecimiento premió a cada uno y puso rumbo a Sevilla, para seguir viendo mundo, ya sabe que en España tiene dos ángeles de la guarda.