Los cinco jóvenes de entre 15 y 17 años detenidos por su presunta implicación en una violación grupal de otra menor en la localidad alicantina de Dolores Han ingresado en distintos centros socioeducativos de la provincia de Alicante, dependientes de la Consejería de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, y recibirán un curso de educación sexual para que “no reproduzcan” esta violencia.
Así lo confirmó la vicepresidenta segunda y ministra de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, en declaraciones a los medios, en las que explicó que, tras la orden de ingreso en régimen cerrado de los cinco menores, se ha Se ha tomado la decisión de separarlos en diferentes centros para que «no te pongas fuerte« y poder colaborar mejor con ellos en su reeducación.
En este sentido, ha destacado que su «preocuparse» No es el tiempo que pasan en estos centros, que debe ser determinado por la autoridad judicial, sino que reciben educación sexual. “O les educamos, les enseñamos y les concienciamos durante el tiempo que están en la Administración o de poco sirve tenerlos en un centro socioeducativo”, afirmó.
Por ello, ha explicado que la Dirección General de Infancia está revisando “qué protocolos se están desarrollando en esos cinco centros donde están los menores y vamos a establecer un protocolo único de actuación para que estos jóvenes reciban la educación sexual “Necesario para que esta violencia no se reproduzca.”
Según ha confirmado la Guardia Civil, agentes del Equipo Femenino de Menores (Emume) de Alicante han detenido a las cinco menores, de entre 15 y 17 años, por su presunta implicación en la agresión sexual grupal a otra menor en la localidad alicantina, ocurrida el pasado 10 de noviembre.
Tras varias investigaciones, los agentes detuvieron el pasado 21 de noviembre a cinco varones de entre 15 y 17 años por esta presunta agresión. Este miércoles quedaron a disposición del Fiscalía de Menores de Alicante y para los cinco se decretó el ingreso en centros.
Los hechos ocurrieron en un terreno baldío de Dolores, cuando el menor supuestamente resultó afectado por la ingesta de bebidas alcohólicas y existió una grabación realizada con un celular por uno de los involucrados. Los detenidos, algunos de los cuales supuestamente conocían a la víctima, alegaron que las relaciones sexuales fueron consentidas.