El kibutz Be’eri se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con la Franja de Gaza. Cuatro kilómetros. Se oyen los disparos de artillería del ejército israelí. Iván Illarramendi, uno de los dos españoles que murieron en el atentado, trabajaba como cocinero en el comedor social del Kibbutz Be’eri. Hasta aquí viajó hace unos días Josep Borrell, alto representante de la UE para Política Exterior, y este mismo martes lo visitó David Cameron, ministro de Asuntos Exteriores británico. Este jueves le visitaron Pedro Sánchez y Alexander de Croo, primer ministro belga. Un lugar que ejemplifica el terror que se vivió el pasado 7 de octubre, cuando el atentado terrorista de Hamás se cobró la vida de más de 80 personas y secuestró a otra treintena.
“Estamos desbordados”, reconoció Sánchez a los periodistas españoles que le acompañaron en esta visita. El presidente español camina entre habitaciones destruidas y quemadas. Colchones tirados en el suelo. Ladrillos rotos en los porches de las habitaciones. En algunos todavía quedan juguetes para niños. En algunas paredes se dibuja un punto rojo. Es el símbolo de que allí se encontraron cadáveres. En una cocina de la planta baja, el horno apenas se ve.
En un escenario de terror y masacre, el presidente del Gobierno ha lamentado el “dolor absolutamente injustificado que sólo tiene un objetivo que es la destrucción y causar ese dolor”. Caminando junto a los dos líderes europeos está el mayor Liad Diamond, de las FDI, el ejército israelí. Les explica el protocolo. Si suenan las sirenas, debido a un ataque, sólo hay entre 10 y 50 segundos para buscar refugio. Y si no hay posibilidad, hay que tumbarse. Sin pensar. Antes de entrar, el Ejército israelí reparte chalecos entre la prensa española.
“Dentro de toda esta barbarie y de toda esta situación, tan terrible, tan horrorosa, quito al menos la esperanza a estos jóvenes que, incluso algunas semanas después de haber sufrido este ataque, han regresado a su kibutz”, afirmó el presidente de el Gobierno, que ha decidido que Israel, Palestina y Egipto será su primer viaje tras jurar como presidente.
“En definitiva, las imágenes lo dicen todo, la crueldad del ataque terrorista, el sufrimiento, la angustia, porque hay 27 familiares de este kibutz que están retenidos por Hamás en Gaza”. Para Sánchez, “ante todo esto, lógicamente tenemos que rechazarlo, condenarlo y unirnos todos para que esta situación no se vuelva a repetir”.
Sánchez ha visitado este lugar, con lo que Israel continúa con su estrategia de presentarlo como evidencia para justificar su respuesta en Gaza. El presidente del Gobierno se ha reunido con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.