Si a todo esto le sumas lo que ha tenido siempre: playa, sol, gastronomía -el famoso pincho de sardinas-, fiesta y golf, entre otras virtudes, la convierten en un dulce capricho para los extranjeros. Precisamente ellos son los que han votado para seleccionarlo como el mejor para vivir… ¡del mundo!
Ella es la primera en votos en El ranking de ciudades de expatriados 2023, elaborado por InterNations, la comunidad de expatriados más grande del planeta. En concreto, votaron 12.000 de ellos de 177 nacionalidades. Aquí se cumple la máxima de que las ex de la persona que había retenido.
Ser el campeón de lo deseado, Málaga ha competido con otras 48 ciudades de todo el mundo. Es el mejor en cuanto a calidad de vida, facilidad de instalación y economía. Detrás se sitúan otros dos españoles, Alicante y Valencia, lo que demuestra que España es un país increíble para alojarse, sobre todo si estás a orillas del Mediterráneo. En ese top 10 le siguen Ras Al Khaimah, Abu Dhabi, Madrid, Ciudad de México, Kuala Lumpur, Bangkok y Mascate.
El mundo, enamorado del malagueño
No todo es material en el paraíso terrenal de Málaga. El 89% de los encuestados se ha sentido seducido por factores intangibles para elegir Málaga: su amabilidad y simpatía hacia los extranjeros. También es, según ellos, la segunda mejor ciudad para ‘encontrar amigos’. También es top en trabajo y ocio y conciliación. En general, el 88% de los expatriados están contentos con su vida en Málaga, frente al 72% a nivel mundial.
La capital de la Costa del Sol está de moda y muchos jubilados vienen allí (la revista Forbes afirma que es el más adecuado para personas mayores de 60 años) como jóvenes emprendedores. Es una ciudad en auge, personificación del deseo de los teletrabajadores, y donde empresas de otros países como Google, Citigroup, CapGemini, Enrst & Young se mudan o crean sedes, etc. Hasta 72 entre 2019 y 2022. Numerosas conferencias se llevan a cabo para ellos. y eventos para establecer sinergias.
Muchos repiten todo lo que pueden, y los que llegan por primera vez acaban deslumbrados. El boca a boca funciona muy bien y las campañas de marketing o publicidad ya no son necesarias porque los recién llegados ven en Málaga una puerta a la felicidad que cruzan sin pensárselo dos veces.
Pero todo tiene una consecuencia. Y Málaga también es un atractivo turístico. En temporada alta se llena, provocando una escalada en el precio del alquiler o compra de una vivienda. Al haber más demanda que oferta, ha hecho que muchos malagueños tengan más dificultades para instalarse en su propia ciudad. En la misma capital se ha superado el techo de los 3.000 euros por metro cuadrado y se sitúa un 15% por encima de la burbuja inmobiliaria del país. Sólo Palma de Mallorca lo supera.