Alejo Vidal-Quadras recibe el alta hospitalaria dos semanas después de ser disparado en la cara



Alejo Vidal Quadras ya está en casa. Ella ha estado descargado después de haber sido operado del disparo que recibió en la cara y de haber pasado dos semanas en el hospital. La policía continúa buscando sicario que le disparó En plena calle Núñez de Balboa de Madrid: un hombre de origen tunecino que tiene orden de búsqueda y detención por asesinato en Francia.

Él Hospital General Universitario Gregorio Marañón Este jueves Vidal-Quadras recibió el alta hospitalaria. El expresidente del PP catalán y cofundador de Vox ingresó en este hospital de Madrid el pasado 9 de noviembre tras ser víctima de una agresión por parte de un hombre que iba en moto y llevaba un casco que le cubría toda la cabeza. Allí fue operado de un doble fractura mandibular.

El 21 de noviembre, el hospital ya informó que el expolítico de 78 años evolucionaba favorablemente desde el operación en la cara al que tuvo que ser sometido.

Tres detenidos y se busca a un cuarto

Se desconoce el motivo del ataque a Quadras. Incluso se barajó la hipótesis de un atentado terrorista vinculado a Irán. Una teoría que se basaría en la relación del expolítico con la oposición iraní. En esta línea, en enero de este año, el Gobierno de Irán anunció 34 sanciones, entre ellas al cofundador de Vox por “apoyo a grupos terroristas y propagación de la violencia y el odio”.

La investigación policial sigue abierta y ya han sido tres personas arrestadas por la tentativa de homicidio: uno de ellos ha sido detenido en Málaga y dos, una pareja, en Granada. Sin embargo, la Policía Nacional sigue buscando al autor del tiroteo, sospechoso de ser un francés de origen tunecino con antecedentes penales.

El primer mensaje de Vidal-Quadras tras el tiroteo

Casi diez días después del ataque, el 18 de noviembre concretamente, Alejo Vidal-Quadras reapareció con un mensaje en la red social investidura de Pedro Sánchez: “La democracia puede ser consensual (UE) o más o menos confrontativa (países occidentales). El sanchismo escapa a ambas categorías porque convierte al adversario electoral en un enemigo que debe ser expulsado del sistema mediante la destrucción del consenso constitucional básico.”

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