Un total 235 fallecidos por incendios o explosiones el pasado año en España, cifra récord desde 2010


Un total de 235 personas perdieron la vida en un incendio o explosión el año pasado, la cifra más alta desde 2010, año del primer Estudio de Víctimas de Incendios y Explosiones en España, elaborado por Fundación MAPFRE y el Colegio Profesional de Técnicos de Bomberos. (APTB). Fueron 199 incendios mortales los que se produjeron en 2022, hecho que provocó que las muertes aumentaran un 15% respecto al año anterior.

Desde que se elaboró ​​el primer informe en 2010, la cifra ha ido variando, siempre por encima de las 120 víctimas, y alcanzó su pico anterior en 2017, cuando este tipo de hechos se cobraron la vida de 212 personas.

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Explosión de gas en una tubería de la calle Ramiro de Maeztu, en Madrid

Emergencias Madrid / EFE

2022, año desastroso

“El año 2022 sólo permite un calificativo a la hora de evaluar los datos de muertes en España por incendios de todo tipo: desastroso”, destaca el documento. El total de 235 víctimas, 143 hombres (61%) y 92 mujeres (39%), representa una tasa de casi cinco muertes por millón de habitantes. 220 murieron por un incendio y 15 por una explosión, mientras que 176 se registraron en viviendas, lo que supone también la cifra más alta en esta zona desde que se elabora el estudio.

La mayoría de los incidentes (175) se saldaron con una sola muerte, aunque el incendio que más vidas se cobró fue el de una residencia de ancianos en Valencia en enero, con 9 personas muertas. También fueron especialmente trágicos el incendio forestal de la Sierra de la Culebra (Zamora), con cuatro víctimas, o los ocurridos en viviendas de Barcelona y Álava, con cuatro y tres fallecidos respectivamente.

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Incendio forestal en las proximidades de Suano, en Cantabria

PE

Los mayores, los más vulnerables

El colectivo más afectado por los incendios, tanto en viviendas como en general, son las personas mayores de 64 años, grupo de edad en el que el año pasado murieron 121 personas. Los grupos más elevados son los de 60 y 64 años, con 27 víctimas, y los de 65 y 69 o 80 y 84, con 26 respectivamente. Sin embargo, el mayor número de muertes se da en el grupo de mayores de 94 años, con 36 muertes por millón de habitantes.

El riesgo de mortalidad en las personas que viven solas se multiplica por seis, destaca el informe, algo que empeora para las personas mayores, que también padecen capacidades limitadas y sus hogares cuentan con instalaciones obsoletas.

Dispositivos electrónicos, las mayores causas

Dos de cada tres muertes se producen por intoxicaciones por humo o gases tóxicos derivados del fuego, seguidas de las quemaduras (27,7%). Los responsables de estos incendios mortales suelen ser aparatos o equipos eléctricos (16,5%), productos que desprenden calor (14,2%) o fumadores (9,7%).

Además, el estudio refleja que el 57% de las muertes se producen durante la noche y que el 59% se produce en los meses más fríos, siguiendo la tónica habitual de otros años e indicando que “la mortalidad por incendios está directamente relacionada con las bajas temperaturas y el uso de sistemas de calefacción”. .

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telemadrid

Por ello, la Fundación MAPFRE y la APTB reclaman una política que “fomente la colocación de sistemas de detección de humo en viviendas particulares”, donde hay un mayor “margen de maniobra para reducir las trágicas cifras”. De esta forma, indica el informe, se podría homologar la legislación española con la francesa, británica o alemana, países donde estos dispositivos son obligatorios.

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