El presunto autor, una vez finalizada su jornada, gestionaba 73 inmuebles en plantas bajas y sótanos, muchas veces sin luz ni ventilación.
También instaló un dispositivo para controlar el consumo eléctrico con el que manipulaba las facturas para que sus inquilinos tuvieran que pagar más electricidad de la que consumían.
El pasado martes en Palma, la Policía Nacional detuvo a un policía local que alquilaba trasteros a inmigrantes. Al final de su jornada, el funcionario se dedicó a gestionar hasta 73 propiedades en el que residían numerosas personas, en su mayoría de origen extranjero -doce de ellas en situación irregular- y en condiciones insalubres, informaron los agentes en un comunicado este viernes.
Estas “casas” que en realidad eran habitaciones, a menudo se encontraban en plantas bajas o sótanos de edificios que carecían de luz y ventilación. El presunto autor también solía instalar locales comerciales en microviviendas. Las víctimas pagaron entre 300 y 700 euros.
Al detenido se le imputan delitos de favorecimiento de la inmigración irregular, contra la integridad moral y estafa. Fue la Concejalía de Vivienda la que dio la voz de alarma y puso en conocimiento de la Policía Local de Palma, que fueron quienes pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Nacional.
La detención se produjo después de que los agentes pudieran comprobar que las cabañas Eran de 8 a 15 metros cuadrados. en el que se ubicaban el sanitario, la ducha, la estufa y el refrigerador. En algunos de los trasteros se encontraron incluso bombonas de gas con el consiguiente riesgo que suponen para la vida de las personas en caso de fuga.
Además, la Policía descubrió que los imputados habían instalado un dispositivo de control del consumo eléctrico de las “viviendas”, manipulando facturas de modo que sus inquilinos pagaron más electricidad de la que habían consumido.
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