una historia de radio, de rock y de lucha



La semana pasada tuve la oportunidad, gracias a la invitación de su autor, algo que, como tantas otras cosas, siempre estaré agradecido, de presentar en una conocida disquería que acoge un interesantísimo foro de cultura cultural. actividades, la FNAC, La autobiografía del pirata.

El Pirata es alguien que la mayoría de los lectores de estos”Papeles de piedraconocido por su ya mítico programa matutino en Rock FM, “El Pirata y su banda”, que resultó ganador del premio Ondas 2022 y que arrasa en cada ola del Estudio General de Medios (EGM) habiendo superado en varias ocasiones el millón de visualizaciones. oyentes diarios. Pero más allá de esa merecida y ganada popularidad que El Pirata –para sus amigos, para mí, “El Piri”– se ha ganado gracias a su trabajo, su pasión por este medio mágico y fascinante que es la radio y su madera. y su talento como comunicador y su personalidad como DJ, su nombre está indisolublemente ligado a la historia del rock en nuestro país, evidentemente no como músico, sino como hombre de radio, como auténtico agitador del rock actual y como propagador constante de toda la música que, como solía decir en los inicios de su “Pirate Broadcast”, estuvo siempre bajo el signo de la calidad.

Como dije en mi discurso de presentación del libro, estas memorias constituyen un documento cuya lectura resulta imprescindible para todo aquel interesado en la historia de la radio en España. La historia que podemos leer en estas páginas nos lleva primero, a través de su experiencia, a conocer cómo era ese mundo poco conocido y a veces poco valorado de la radio local, de lo que en esta época se llamaba la radio “provincial”. En el caso de su Talavera natal, donde se formó, aprendió el oficio, la técnica, los trucos, el idioma, todo ese mundo que forma a un verdadero periodista radiofónico.

En segundo lugar, la historia nos muestra con un caudal de imágenes, de detalles que sólo un radioaficionado como él puede describir con esa habilidad, cómo era aquella original FM de rock de finales de los 70 y principios de los 80, enfocada evidentemente en Radio Centro de Madrid, donde logró convertirse en una radio semiprofesional de la mano de Vicente “Mariskal” Romero, quien fue en gran medida su valedor y alguien que lo apoyó en sus inicios -exactamente lo mismo que lo hizo conmigo diez años después- pero también, hablando sobre otras emisoras que supusieron un gran avance para una radio musical diferente en esos años, como Onda 2 o Popular Fm, cadena en la que acabó y en la que a partir de 1983 se consolidó el programa que le convertiría en ese referente del rock español. de la radio: la Transmisión Pirata. En este sentido, la fotografía que muestra el libro es sumamente objetiva, ya que también se refiere con un enorme respeto profesional a todos sus compañeros profesionales de la radio musical, aunque personalmente sé que no tiene la misma simpatía por unos u otros, a excepción de un conocido “idiota” al que también conocí y con quien con ese adjetivo, el Pirata Yo diría que es incluso generoso.

Este libro, si bien el estilo con el que está escrito hace muy reconocible la forma peculiar y característica que tiene el piri de hablar y por tanto tiene un gran sentido del humor, es también una historia de superación, de lucha por desarrollar y vivir una vocación en que obviamente tuvo que superar muchos obstáculos muy difíciles. Supongo que la mayoría de la gente sabe que una de las razones por las que al Pirata se le ha puesto ese apodo es porque, padeciendo poliomielitis, se vio obligado desde muy pequeño a llevar un dispositivo ortopédico de metal en una de sus piernas, conocido como El En los escáneres de seguridad de más de la mitad de los aeropuertos del mundo, puedo dar fe, que cuando camina se parece a ese Long John Silver, el pirata rebelde inmortalizado en la famosa novela de Robert Louis Stevenson. La lucha tanto de ella como de sus padres para intentar vencer esta enfermedad es sinceramente emotiva y muy significativa; En el transcurso de muchas de las hospitalizaciones que tuvo que sufrir para tratar esta dolencia vivió una experiencia similar a la que se cuenta en una canción legendaria de los Rolling Stones. Lee el libro y no te llevará mucho tiempo descubrir cuál es esa canción de ‘Sticky Fingers’.

Una persona de convicciones muy firmes -era de los que sabían lo que era pasar una noche en los calabozos de la militancia antifranquista cuando todavía estábamos en plena dictadura y esto podía tener consecuencias muy graves-, venía de su Talavera natal. de buscarse la vida en Madrid, a base de ganas, ilusión y trabajo consiguió abrir ese hueco en la profesión y en su campo, en el nuestro, se convirtió en el más grande, el referente inexcusable de la radio rock, primero en Madrid en todo el Años 80, cuando La Emisión Pirata sólo se transmitía en la capital salvo dos horas de madrugada los sábados en la emisión estatal de COPE y posteriormente en Cadena 100, ya en los años 90.

Pero junto a esta historia de éxito, de un chico de pueblo rockero, rojo y hippie que logra hacer realidad su sueño de convertirse en profesional de la radio, dentro de la sinceridad, transparencia y honestidad con la que se cuenta en esta historia, las sombras Y no se ocultan momentos amargos que también pueblan algunos episodios de su vida.

Proyectos diseñados con una inmensa carga de ilusión que circunstancias imprevistas frustraron, como su posible carrera como promotor de rock español en Estados Unidos en 1992 durante su estancia en Miami, momentos de incertidumbre y ansiedad personal, encontrándose sin trabajo en esos momentos. que lamentablemente viven a pesar de todo lo hecho anteriormente, como en otras profesiones, pero que son especialmente difíciles de aceptar en un mundo como el del periodismo… episodios que conmueven y tiemblan cuando se leen –no tengo problema en reconocerlo; sin duda por mi cercanía, mi cariño y mi amistad con el piri, por conocerlo como yo lo conozco, algunos al leerlo e imaginar cómo pudo haber sido, se me hizo un nudo en la garganta – y eso, además, son explicado con la misma naturalidad y franqueza con lo cual tiene otros momentos mucho más placenteros y satisfactorios. Esto, además de humanizar y facilitar enormemente la empatía con el autor, aporta una sensación de veracidad y autenticidad que hace que la lectura de este libro sea mucho más estimulante.

Un libro que, más allá de la sincera y estrecha amistad que tengo con su autor -el próximo verano se cumplirán 40 años desde la primera vez que hablamos y nos encontramos-, es una historia apasionante que combina en cierto modo rock y radio, lo digo. con toda sinceridad, brillante. Se acerca la Navidad y pocos regalos parecen más apropiados para amigos o familiares rockeros.

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