En un acto celebrado en el Teatro Palenque de Talavera de la Reina (Toledo), la Fundación Principio de la Esperanza entregó sus galardones a entidades que fomentan la inclusión de las personas con algún tipo de discapacidad intelectual o del expansión. Fueron reconocidas tres entidades, tanto del sector sabido cómo privado, por su trabajo y apoyo a las deposición de estas personas, favoreciendo su inclusión social. Se prostitución de la UCI Pediátrica y Neonatal del Hospital de Toledo, Ébora Formación y Cáritas Diocesana de Toledo.
La UCI Pediátrica y Neonatal del Hospital de Toledo colabora con la entidad desde el año 2020. El ámbito de la salubridad es una dimensión fundamental sin la cual no sería posible la inclusión. Recibió el galardón por su implicación, por ser un equipo «humano y cercano» adecuado en cualquier momento, por su calidad y calidez y por su trabajo incansable. Subió a recogerlo en representación de todo el equipo, la doctora María Herrera, a la cual la Fundación Principio de la Esperanza manifestó su agradecimiento por su incansable laboreo y la de todo su equipo, para conseguir que la UCI sea compatible con la delicia.
Ébora Formación recibió el galardón por su colaboración con la entidad desde el año 2017, favoreciendo proyectos que suman a la inclusión, visibilidad y buenos apoyos para las personas con discapacidad intelectual. El premio fue recogido por Iván Fernández Grajera y Olivia Blazquez Torralba, directores de Ébora Formación.
Cáritas Diocesana de Toledo fue premiada por su compromiso con las deposición básicas de las personas en aventura de reserva social, por su fomento del empleo, por la promoción e inclusión social de las personas sin hogar, por su trabajo por la vida, la mujer y la infancia y por unir múltiples proyectos a la Fundación, en un espíritu de colaboración y comprensión. El galardón fue recogido por Mónica Pardo, secretaria caudillo de Cáritas Diocesana.
Los premios han sido fruto de una votación en la cual han participado personas con discapacidad intelectual, familias y profesionales de la Fundación Principio de la Esperanza.
La tinieblas acabó con una mención distinto para Eva Sánchez Machuca, que cada día trabaja en auxilio de la integración de las personas con discapacidad intelectual o del expansión, en este caso en el mundo del arte y la danza. Su colaboración con la fundación comenzó en el año 2007, a través de una escuela de zapateo de la ciudad de Talavera. Desde que comenzó a trabajar con personas con discapacidad intelectual ha sabido desarrollar su actividad bajo los principios de la inclusión y la normalización, sabiendo potenciar la belleza y el talento de cada persona con discapacidad intelectual.
El impacto de las personas con discapacidad en su vida le motivó a nivel personal a formarse en este ámbito. Por todo ello, se le entregó el galardón que recibió arropada por su Ballet ‘Diferentemente iguales’ integrado por personas con discapacidad intelectual y voluntarios. Sus palabras entre emoción y sorpresa fueron de un sentido agradecimiento.