Llegaba el Guijuelo, pero el guion de los ourensanos no se altera mucho sea quién sea el rival. Tras los primeros minutos de tanteo, empezaron a crear peligro los azulones. La primera ocasión fue en el minuto 8 para Amin, tras pase de Alberto Gil, que remató fuera tras ser arrollado por el meta Rabanillo. La segunda en el diez, otra vez para el goleador de los de Oira. Esta vez tras centro de Andrada que remató fuera. No tenía el día afinado de otros partidos, pero no siempre va a ser así.
Avisó el Guijuelo con un remate de Juan Antonio fuera y un disparo de Toti que se fue en lo alto. En medio, otro centro de Andrada que remató proporcionadamente Alberto Gil, pero salvó un defensa a impulso de cima.
Minuto cardinal
Caminaba el partido en torno a el refrigerio cuando llegó el minuto de oro para los de Oira. En una jugarreta en la manada derecha, el enjuiciador de raya avisó al árbitro de una embestida. El colegiado, sin dudar, señala desatiendo y muestra la plástico roja al visitante Coque por embestida a Facu Ballardo. Era el minuto 44 y el partido cambió totalmente. Sobre todo porque tras el impulso de esa desatiendo y despeje de individuo de la defensa visitante, Álex Gil, al borde del radio, controló con la izquierda y disparó con la derecha un tiro raso y pegado a la cepa del poste para poner el 1-0 e irse a los vestuarios de la mejor modo posible.
En la segunda parte volvió a salir proporcionadamente el equipo azulón. Y tuvo tres ocasiones muy claras para sentenciar, pero no acertó. En el 56, internada por manada izquierda de Amin que cede para Alberto Gil que remata solo, pero por encima del barra. Esas no las suele perdonar el valenciano, pero esta vez no estuvo acertado. Dos minutos más tarde otra buena combinación restringido que finaliza con un buen disparo de Fidalgo, pero el meta Rabanillo evitó el tanto sacando un pie milagroso. Y en el 59, otro centro pegado que despeja la defensa salmantina y que aprovecha desde la anterior Andrada para chutar con la derecha, pero de nuevo aparece el meta visitante para redimir a los suyos.
Dice el dicho que cuando perdonas lo acabas pagando. Y a punto estuvieron. El Guijuelo se fue a la desesperada y cerca estuvo de marcar. La más clara fue para Xabi Domínguez en el 68. Ibra Dieng peinó un balón liberal que lo dejó solo en presencia de Marqueta, pero se le hizo de confusión y entre el meta y un rápido Andrada evitaron el peligro. Y aún tuvo dos más. Otra vez Xabi en el 82, tras un buen regate con caño incluido, que se le fue fuera por poco y un remate de Ibra Dieng que paró Marqueta. No había más tiempo y la casa de campo vencimiento se quedó en casa para alegría de un equipo que alcanza los 30 puntos, a cuatro jornadas todavía para rematar la primera reverso.