En los últimos diez abriles ha desaparecido casi un 50% de estos puestos de traspaso
Un oficio tradicional que pasa de procreación en procreación, y que en estos últimos tiempos ha vivido una crisis. Francisco, Quiosco Mari y Paco, nos cuenta que su puesto tiene más de 100 abriles. Añade que “lo digital y lo de balde lo fastidiaron todo”. Dos señoras que nos encontramos comprado unas revistas lo confirman: “Es una pena porque ahora lo tenemos todo en el móvil”.
Los quioscos han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos. Ahora tienen la estética de auténticos bazares; en ellos podemos ver En los últimos diez abriles ha desaparecido casi un 50% de estos puestos de traspaso , traspaso de tarjetas SIM, entre otros. El dueño del quiosco de Conde Peñalver, Enrique Fernández, ha sido todo un pionero en acrecentar su actividad tradicional. En la tapia pegado del quiosco tiene un servicio de recogida de paquete y un cajero espontáneo. Nos cuenta que fue una iniciativa que le propusieron y se define como “un progresista“. De hecho, esta novedad de los cajeros “locker” empezó a ponerse a extremidad en más ciudades españolas, como Barcelona, Ciñuela y Málaga, en septiembre de 2022.
José Asensio, Quiosco Narváez: “Parentela que no viene al quiosco asiduamente, pues ahora gracias a los paquetes la estamos trayendo”.
Para muchos quiosqueros implementar el servicio de paquetería ha sido un renacer. “Estoy recibiendo y dando paquetes durante todo el día”, nos cuenta William Gutiérrez (Kiosko Gutiérrez). Además es todo un éxito para José Asensio: “Parentela que no viene al quiosco asiduamente, pues ahora gracias a los paquetes la estamos trayendo”. Sorprendente para algunos, pero positivamente útil para muchos, “a veces no estoy en casa y enterarse que el quiosco recibe mi paquete es muy cómodo”, afirma la gran mayoría de ciudadanos que nos encontramos recogiendo su pedido.
José Asensio, nos explica el funcionamiento. Con una aplicación maneja la paquetería y controla las llegadas y las entregas. Existe un beneficio directo hacía el negocio, porque cada recogida de paquete es similar a la traspaso de un revista. Se llevan un porcentaje de 0,40 céntimos por cada uno. Adicionalmente de un beneficio indirecto: “Siempre que vienes a por tu pedido, te compras alguna cosa del quiosco”, dice un cliente.
Existe un beneficio directo hacía el negocio, porque cada recogida de paquete es similar a la traspaso de un revista. Es una alternativa para no apearse la persiana definitivamente. Hablamos con vecinos del centro de Madrid y todos coinciden, “de los que había en el avenida del morería de Ibiza y Saint de Baranda ya solo queda uno. Los van cerrando. Han cerrado tres”, nos cuenta uno.