La indagación refleja el incremento de conflictividad presente en las aulas. En Educación Primaria, el 85% de los profesores detecta problemas de convivencia, y el 54% reconoce ocurrir sido agredido por algún discípulo. La combatividad incluso parece estar presente entre los más pequeños, ya que el 45% de los maestros afirma que sus estudiantes, de entre 6 y 12 primaveras, recurren frecuentemente a la violencia entre ellos.
Si aceptablemente estos datos hacen encender las alarmas, en la Enseñanza Secundaria los porcentajes suben más. El 95% de los profesores reconocen problemas de convivencia en sus clases. Adicionalmente, casi el 77% de ellos sufren agresiones o faltas por parte del alumnado, y el 36%, por parte de las familias. Del mismo modo, los estudiantes incluso son más violentos entre ellos. El estudio del CSIF pone de manifiesto la creciente conflictividad en las aulas y el incremento de las agresiones sufridas por parte de los maestros.
Los docentes desempeñan un papel crucial en la lucha contra el acoso escolar, como afirma el CSIF. Detectan situaciones peligrosas en las aulas y posibles conflictos entre los alumnos. Pero actualmente conveniente al incremento de estos sucesos y a un apretado horario escolar, su situación se complica.
Por ello, el CSIF, siendo el sindicato más representativo en las administraciones públicas, denuncia que estas han publicitado algunas medidas que solo conseguirían aumentar la burocracia y dificultar el trabajo de los docentes. Desde el Sindicato cuentan con el software “Ayuda Profes”, un servicio de atención específica para ayudar y apoyar a los profesionales de la enseñanza y que estos puedan concienciar a los alumnos. En el software se registra un 23% más de casos respecto a 2022.
Un momento difícil para los docentes en el que desde el sindicato reivindican, entre otras cosas, un refuerzo de la autoridad docente y una progreso de las condiciones del profesorado.