la estafa de la que fue víctima un burgalés que quiso obtener el permiso sin pasar el examen


Agentes de la Policía Franquista de Burgos han identificado a la presunta autora de un delito de falsificación documental y estafa. Se comercio de una mujer que reside en otra Comunidad y, presuntamente, falsificó un permiso de conducir, previo plazo de una importante cantidad de peculio, según ha informado fuentes policiales.

Un vecino de Burgos, víctima de la estafa, fue quien hace unos meses presentó la denuncia en la Comisaría Provincial. En ella confesaba que había estado buscando en internet una autoescuela con la que por un precio asequible pudiera obtener el permiso de conducir. Tras consignar sus datos personales y su número de teléfono en una web, alguno contactó con él mediante la aplicación de transporte WhatsApp.

Al parecer, la persona que le enviaba el mensaje, decía que trabajaba en Tráfico y podría conseguirle directamente el carné de conducir. Le remitió varios números de cuentas bancarias para que transfiriera peculio y un número de teléfono para pagos a través de la aplicación Bizum, con los que le dijo que gestionaría la logro del permiso.

El denunciante fue siguiendo las instrucciones que recibía, realizando en cuatro días un total de nueve transferencias bancarias y pagos a través de Bizum, por valencia de 12.750 euros.

Luego, al admitir en su domicilio el carné de conducir que le habían confeccionado, sin activo realizado ninguna prueba de las necesarias para la logro del permiso, decidió denunciar el hecho, aportando los justificantes de los pagos realizados, informa Ical.

A raíz de la denuncia, agentes especializados en delitos de estafa, iniciaron una investigación para investigar lo sucedido y acotar a la persona o personas que habrían participado en la falsificación del documento y se habrían lucrado con los pagos que realizó el denunciante. Asimismo, el permiso de conducir expedido a nombre del denunciante y del que hizo entrega a los investigadores, se sometió a una prueba pericial por parte de policías expertos que elaboraron un documentación al respecto del que se evidenciaba a todas luces que se trataba de un documento impostor.

Paralelamente, las pistas y averiguaciones sobre la titularidad de las cuentas a las que fue a detener el peculio, condujeron hasta una pequeña población de otra Comunidad. Allí parece ser que reside la persona identificada, una mujer bisoño, a la que se le imputan presuntamente los delitos de estafa y falsedad documental. De todas las gestiones practicadas y la identificación de la presunta autora, se ha entregado traslado a los servicios policiales competentes, estando a la prórroga de la lugar y detención.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *