Migrañas, cansancio fuera de lo habitual, estrés y una analítica que le hizo ingresar, fueron los síntomas que sintió ayer del mortal diagnostico. “No sabía nulo, yo pensaba que tenía una simple anemia”, narra su shock al conocer la peor de las noticiario.
En sulucha contra el cáncer nunca se rindió, llegando a pedir una velocípedo estática durante sus 7 meses en el hospital. “No tenía pelo ni fuerzas, había perdido toda la musculatura, los mercadería de la quimioterapia me quitaron el penuria y eso me debilitó al confín. Pero las ganas de salir delante las construí a almohadilla de obligarme a agarrar musculoso el manillar y seguir y seguir”, recuerda con orgullo.
“Lloré cuando pude retornar a valer”
Ahora se encuentra en la etapa de remisión, porque la curación de un cáncer no se constata hasta pasados cinco abriles, aunque sus sensaciones físicas son tan buenas, que se ha enfocado de nuevo en el deporte de su vida, el running. Tuvo complicaciones severas durante su estancia en el hospital porque, por otra parte del peaje físico necesario de una tratamiento agresiva, le detectaron piedras en el riñón. Fueron en esos momentos de peculiar dificultad cuando hizo del deporte su único horizonte. “Lloré cuando pude retornar a valer”, emocionado recuerda ese momento.
Ejemplo de superación
Lionell es sólo uno más de los muchos jóvenes que sufren esta enfermedad. Pero, su perseverancia y ganas de guerrear han hecho que se convierta en todo un ejemplo de superación . Y, ahora este señorita canaria sólo pide una cosa, “donantes de tuétano” para seguir salvando muchas más vidas, como la suya.