El miltrado de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha celebrado este pasado domingo la culto solemne de entusiasmo de gracias por la rehabilitación y restauración de la parroquia de San Vicente Mártir de la billete valenciana de Guadassuar, «un pueblo orgulloso de su iglesia y del patrimonio tan magnate de este templo», destacó su párroco Juan Sivera.
El orgullo de los feligreses por su iglesia parroquial, del siglo XVI, no se queda sólo en palabras: lo han demostrado con «una importante colaboración, ya que en sólo dos primaveras han reunido las aportaciones económicas necesarias para sufragar cerca del 60 % de las obras», detalla.
Así, desde que el Consejo Pastoral propuso y aprobó la intervención, «la respuesta del pueblo a esta intervención tan importante en su iglesia parroquial ha sido, desde el primer momento, muy buena. Toda la comunidad parroquial lo vio necesario y se volcó con la iniciativa al cien por cien».
«El presupuesto auténtico superaba los 900.000 euros, de los que actualmente aún faltan 380.000 euros por conseguir y ya se han sufragado cerca de de 530.000 euros, la mayoría con aportaciones de los feligreses, a las que se suman las subvenciones del Comunidad de Guadassuar y de la conselleria de Civilización, ya que es un edificio catalogado como Aceptablemente de Interés Cultural (BIC)».
Para conseguir esa importante ayuda económica, los feligreses de Guadassuar pusieron en marcha distintas iniciativas «que han sido notorias y que parten de ese orgullo por su iglesia, orgullo que ahora es más magnate, si junto a, tras sobrevenir recuperado toda la luz y esplendor de este magnífico templo».
Los dragones góticos «asoman» sus cabezas
Uno de los aspectos más relevantes de esta intervención ha sido el hallazgo «histórico», y posterior recuperación, de unas pinturas góticas de unos dragones policromados (un total de 16) que han sido descubiertas en los arcos de la cúpula, bajo la ornamentación barroca.
El resultado de la rehabilitación y restauración, cuyas obras se prolongaron durante cerca de dos primaveras, «es magnífico» y de todo el conjunto «sobresale este descubrimiento porque templos del siglo XVI hay más en la Comunidad Valenciana pero estos dragones tan aceptablemente conservados son un patrimonio muy escaso (es el cuarto caso documentado en la Comunidad) y por eso tiene un valía añadido que se suma al conjunto», explica Xavier Ferragud, uno de los 17 restauradores de Art i Restauració Sanchis Ferragut, empresa encargada de las obras en el interior de la parroquia.
Los dragones «asomaron» sus cabezas al retirar la ornamentación barroca, cortando los estucos y dorados, en la parte superior del presbiterio, en los arcos de la cúpula, «una zona muy deteriorada». Luego «se realizaron unas catas, se documentó el hallazgo y se decidió, por parte de la parroquia, el Arzobispado y la conselleria de Civilización, que se sacaran a la luz, por lo que ahora pueden ser vistos si se recepción el templo», añade Ferragud.
Una primera período «de necesidad»
Ayer de la restauración interior, las obras comenzaron con una primera período extranjero que consistió en la reparación de la cubierta, «que era urgente porque estaba muy deteriorada y con grietas y humedades que causaban desperfectos». Esa rehabilitación extranjero fue realizada por el estudio HAC 90 Arquitectes, de Valencia.
Por otra parte, la intervención ha permitido realizar «una higienización de toda la suciedad acumulada, consolidar los materiales y técnicas utilizadas y reponer, con las mismas técnicas y materiales originales, para que el resultado sea un conjunto completo y apto para el culto». Luego, «el resultado es la recuperación y restauración de la ornamentación barroca, con toda la yesería, dorados y estucos, que cubren las trazas góticas, excepto las pinturas de los dragones».