Según EuropaPress, uno de los marineros trabajó en el pesquero en el 2021 en dos mareas. Mientras que el otro trabajador no llegó a embarcarse en la tripulación que naufragó por supuestas desavenencias.
Una vez en frente de la Audiencia Franquista, uno de los marineros ha claro que nada más contaban con entre 15 y 30 minutos para ingerir y desayunar, pero que había jornadas laborales de 24 horas. Encima, ha explicado que la cubierta superior no había escalera de derecha, por lo que la única vía de escape era por debajo del puente. Las fuentes señalan que, de poseer existido esa escalera, se habría podido ingresar a la zona de balsas.
El magistrado de la Audiencia Franquista, Ismael Tostado, además ha tomado las declaraciones del director universal de Pesqueiras Nores (la armadora del navío) José Antonio Nores Rodríguez, y al responsable de la flota de la empresa, José Antonio Nores González, en calidad de investigados este lunes.
En sus declaraciones, uno y otro se han constreñido a contestar nada más a sus defensas, y han asegurado que el barco disponía de trajes de supervivencia, que se cumplían con todas las medidas de seguridad y que el “Villa de Pitanxo” contaba con todos los certificados necesarios.
Los dos marineros que formaban parte del buque portugués “Novo Virxa da Barca”, uno de los pesqueros que acudió al auxilio del “Villa de Pitanxo”, además declararon este lunes en calidad de testigos. Los dos reconocen que vieron a algunos de los fallecidos con el traje de supervivencia puesto, pero sin aportar más detalles de cómo fueron encontrados.
Revés e investigación
En febrero del 2022 un pesquero gallego “Villa de Pitanxo” se hundía a 450 kilómetros de la costa de Terranova. Lo que acabó con la vida de 21 de sus 24 tripulantes y la recuperación de 9 cadáveres.
Durante la instrucción, el togado ha tomado información al patrón del pesquero, Juan Padín, en calidad de imputado. Así como a su sobrino Eduardo Rial, y al marinero Samuel Kwesi, como testigos, puesto que son los únicos supervivientes del fracaso. Investigación en la que además está imputada la armadora.
La investigación legislativo se ha destapado ya que Samuel Kwesi ofreció una traducción que contradice la expuesta por Padín y Rial, y que apuntaría a posibles negligencias por parte de estos últimos y que habrían desencadenado en la tragedia.
Tras tomarles información, el magistrado prohibió salir de España al patrón del pesquero, Juan Padín. A quien retiró el pasaporte y le impuso la medida cautelar de comparecer cada quince días en sede legislativo y estar localizado. Encima, se solicitó una inspección visor del barco, acometida este verano.