«He decidido no postularme como candidato a lehendakari». Con esas palabras Arnaldo Otegi ha oficializado este lunes, tras la reunión de la mesa política de EH Bildu, el rumor que desde el fin de semana lo situaba fuera de la terna por el próximo Gobierno Vasco. En su intervención ha explicado que la valentía es fruto de una consejo que realizó hace tiempo y que la toma convencido de la carencia de dar paso a las nuevas generaciones en un momento donde se vaticina «cambio de ciclo» en la política vasca. No ha querido destacarse cuál es el nombre que tiene en mente la formación como candidato, o candidata, pero ha confirmado que su valentía no implica una retirada de la primera término política. Seguirá como coordinador genérico de EH Bildu y tiene intención de presentar su candidatura para renovar el mandato cuatro abriles más.
A preguntas de los periodistas el líder independentista ha obligado que la valentía de no presentarse como candidato la tomó «hace más de un año» pero que por «prudencia» y por tratarse de «una valentía delicada» ha optado por respetar los plazos para comunicarla. En esa valentía ha pesado, según ha obligado Otegi, el «cambio de ciclo político» que intuye la formación en el hábitat y el crecimiento sostenido que ha tenido EH Bildu en las últimas citas electorales.
«En los últimos siete abriles no hemos hecho más que crecer», ha recordado. Por otra parte, la formación independentista la conseguido incrementar su influencia en Madrid desde que hace un año se convirtió en socio preferente de Pedro Sánchez y ha incrementado su capacidad de movilización en las calles del País Vasco, como ya se vio en la manifestación que convocó a privanza de la «nación vasca» hace dos semanas en Bilbao. «Cuando se está adecuadamente, es cuando se toman determinadas decisiones», ha insistido.
En cualquier caso, su no candidatura no debe entenderse como un adiós a la política. EH Bildu apostará a partir de ahora por replicar la estructura bicéfala que le ha funcionado al PNV para así amparar la «tensión» política frente a los previsibles debates territoriales que se abrirán esta asamblea. Otegi cree que es desde la dirección del partido desde donde deben impulsarse esos debates y por eso tiene intención de agotar su mandato como coordinador genérico de la coalición independentista. Ha precoz, encima, que presentará su candidatura a la reelección para seguir cuatro abriles más. «Quiero seguir haciendo mi cuota en los términos que decida la militancia de Bildu», ha insistido Otegi.
Sin duelo Otegi-Urkullu
Se da por descontado que el líder de EH Bildu tendrá un papel protagonista en la campaña aunque no integre ninguna candidatura. Sin requisa, su anuncio, unido al cambio de ciclo que todavía ha anunciado el PNV en los últimos días, dejará al electorado vasco sin uno de los debates electorales más esperados: un hipotético cara a cara entre Iñigo Urkullu y Arnaldo Otegi. «Me hubiese gustado», ha obligado el líder independentista, que no descarta un debate de ese tipo, aunque fuera del contexto de la campaña electoral. «Se pueden hacer debates en el Parlamento y en la televisión pública entre líderes políticos», ha insistido.
Lo cierto es que para Otegi no hubiera sido ninguna novedad enfrentarse a una campaña electoral como candidato a lehendakari. Ya lo hizo en 1998 y en 2011 con pobres resultados para la formación abertzale en tiempos en los que gobernaba Ibarretxe. Ha torpe, en cualquier caso, que haya pesado algún tipo de «miedo teatral» para intentarlo en un tercer mandado. Ha ironizado que cualquier resultado hubiese sido mejor que los siete parlamentarios que tenía la izquierda abertzale cuando fue ilegalizada y expulsada del Parlamento de Vitoria.
«Tengo un pasado»
Siquiera parece tenerle miedo a la «mochila» que supone su candidatura, conveniente a su pasado como miembro activo de ETA. «Todo el mundo sabe quién soy, todo el mundo sabe que tengo un pasado, y todo el mundo tiene un pasado», ha insistido en su comparecencia. Se refería así a sus condenas por terrorismo a las que ha restado importancia porque la clan le sigue «votando». En su opinión, esa circunstancia se debe a que hay formaciones que hace «discursos y esquemas para públicos que ya no existen».
La renuncia de Otegi ha llegado casi nada 48 horas luego de entender que Imanol Pradales, un perfil desconocido en Madrid, pero muy vinculado al PNV de Vizcaya, será el candidato de los peneuvistas. Otegi ha obligado no haberle tratado personalmente, aunque desde ese desconocimiento se ha inseguro a calificarlo de «reto continuista». «Me ha parecido un perfil lo más parecido a Urkullu», ha insistido, lo que en su opinión se traduce en una propuesta de políticas de continuidad. «Las renovaciones en política no son biológicas, sino de ideas», ha añadido.
En cuanto a su propio candidato, el de EH Bildu, Otegi ha despachado los rumores con una media sonrisa irónica y se ha constreñido a emplazar a los suyos a las decisiones que tomará EH Bildu en las próximas semanas. La formación podría optar por un perfil femíneo, poco que ya ha hizo primero con Laura Mintegi y luego con Maddalen Iriarte. Suenan con fuerza los nombres de Oihana Etxebarrieta y Nerea Kortajarena, esta última ya ejerce como portavoz del orden parlamentario en Vitoria. «A lo grande del mes de diciembre despejaremos definitivamente el nombre del candidato o candidata», ha emplazado Otegi.