Fiscalía y denuncia particular han rebajado la solicitud de condena para un hombre procesado de delitos de maltrato en el ámbito general, coacciones, injurias, malos tratos habituales e intento de homicidio, con las agravantes de parentesco, de condición y demasía de superioridad tras inspeccionar los hechos, en el proceso fijado para este lunes en La Coruña.
La Fiscalía pedía, inicialmente, penas que sumaban 16 primaveras y ocho meses de gayola. Sin confiscación, el procesado se ha admitido culpable, por otra parte de alegar consumo de vino y cocaína. El día de la acometida a su mujer con un cuchillo sostiene que había tomado esta última sustancia.
Por su parte, la víctima ha explicado que ese día el hombre estaba «proporcionadamente pasado y proporcionadamente mareado», por otra parte de ratificar el consumo de vino y drogas y de discusiones frecuentes. Fiscalía y denuncia han rebajado a merienda primaveras con la condición de que cumpla cinco y su posterior expulsión del país franquista.
Episodios violentos con las hijas en casa
En su escrito de calificación, sostiene que el hombre, condenado por un delito de lesiones a su pareja en 2009, llegó a casarse con ella en 2016, sucediéndose los episodios violentos, en ocasiones estando las dos hijas del alianza en casa, ubicada en La Coruña.
«El comportamiento del consorte respecto a su mujer fue empeorando progresivamente. La hacía objeto de un control minucioso respecto a sus horarios de trabajo como empleada de hogar o en relación con otras futuro de ella del domicilio, requiriéndola para que lo tuviese al corriente del superficie en el que se hallaba a cada momento y haciendo así la convivencia insoportable para ella«.
Indica además que la mujer «decidió separarse, pero el procesado se resistió a abjurar la vivienda y, progresivamente, su conducta se fue tornando más violenta, puesto que consideró inaceptable que fuese la mujer, por el puro hecho de serlo, quien pusiese fin a la convivencia«.
Fiscalía relata distintos episodios de violencia en 2022 y afirma que, en una ocasión, al enterarse del bar en el que la víctima estaba con una amiga, y cuando ya se había ido de la vivienda que compartían, «dispuesto a zanjar con la vida de su esposa, se proveyó de un cuchillo. Y próximo con la pupila, se dirigió al establecimiento«. Allí atacó a la esposa, aunque explica que la rápida intervención de unos clientes «impidió que lograse su objetivo», en relación a una acometida que acompañó con insultos. Seguidamente, fue detenido.