El túnel de Recoletos seguirá cerrado este martes con incidencias en seis líneas de Cercanías


Casi 30 horas luego de que el tren descarrilara, los operarios no conseguían resolver la avería ni acechar su origen. «Siguen trabajando para retirar el tren y van a estar toda la incertidumbre trabajando», confirmaba, sobre las 20 horas de este lunes, un portavoz de Renfe, el cirujano de la red ferroviaria madrileña que colapsó el domingo. Tras un lunes plagado de retrasos e itinerarios alterados por el asedio del túnel de Recoletos, las incidencias continuarán este martes, al menos, a lo dadivoso de toda la mañana.

Los problemas son los mismos: un corredor esencia, el de Recoletos, cortado, y siete líneas de Cercanías afectadas (la C1, C2, C4, C7, C9 y C10), por otra parte de los trenes de media y larga distancia que utilizan ese tramo. El túnel de Recoletos conecta Atocha con la parada de Recoletos (cerrada), y de ahí con Nuevos Ministerios y Chamartín, epicentros de la movilidad que seguirán acumulando demoras 48 horas luego del descarrilamiento. Renfe, que actualiza la información en X (antiguamente Twitter), mantiene el mismo plan establecido a primera hora de la mañana del lunes, adecuado en este enlace.

Los trenes procedentes del aeropuerto de Barajas solo circulan hasta Nuevos Ministerios, los del Pasillo Verde hasta Atocha, y los de Príncipe Pío en dirección a Chamartín inician el servicio en Pitis. Para demorar a Chamartín, los viajeros podrán coger un tren entre Atocha y Nuevos Ministerios cada 15 minutos (la C4) y, en Nuevos Ministerios, subirse a la C1 con destino a Chamartín. Igualmente hay un servicio peculiar que parte desde Nuevos Ministerios hasta el aeropuerto.

Respecto a los trenes de media y larga distancia, Renfe igualmente ha improvisado rutas alternativas para las conexiones con Alcázar de San Juan, Jaén, Almería y Extremadura. Los trenes en dirección a Almería, Jaén o Extremadura saldrán desde Chamartín y se encaminarán por una vía ‘de contorno’ en dirección a Villaverde Bajo. Allí, los trenes esperarán a los viajeros que tenían origen en Atocha, que saldrán en Cercanías hasta Villaverde Bajo, donde trasbordarán al tren en dirección a su destino. En caso de que partan de Almería, Jaén, Alcázar de San Juan y Extremadura, los usuarios llegarán hasta Aranjuez o Leganés y allí trasbordarán a trenes de Cercanías con destino Atocha.

Un problema perenne

Es un problema perenne en la red de Cercanías madrileña. La región reclama desde hace tiempo más inversión, desde que el plan de 5.000 millones de euros del expresidente Mariano Rajoy se guardara en un cajón. La presidenta, Isabel Díaz Ayuso, cargó este lunes otra vez contra su mandato, que es competencia del Gobierno de Pedro Sánchez. «Prácticamente todos los días tenemos incidencias en Cercanías que tienen al final secuestrados a los madrileños en su día a día, que no saben si van a poder demorar a tiempo al trabajo o a sus quehaceres diarios», dijo en declaraciones recogidas por Europa Press. «No nos pueden utilizar ni pueden desviar la atención sobre la error de financiación del Gobierno en Madrid igualmente en esta materia», añadió.

A la que se ha convertido en una crítica constante del PP se sumaron igualmente el resto de grupos políticos de la Asamblea de Madrid. Posteriormente de la Comité de Portavoces –la reunión semanal en la que los partidos presentan los asuntos que debatirán en el próximo pleno–, el portavoz socialista, Juan Lobato, aseguró que la semana pasada ya insistió a su compañero de partido y nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que Cercanías debe ser una «prioridad». «Necesita una atención milimétrica para un buen funcionamiento y voy a estar irresoluto de ello», afirmó Lobato.

La líder de Más Madrid –tras el brinco de Mónica García a la cartera estatal de Sanidad–, Manuela Bergerot, afeó que PP y PSOE utilicen el transporte notorio para «tirárselo uno al otro», ya sea Cercanías o Medida, que depende de la Comunidad de Madrid. La más dura fue Rocío Monasterio, portavoz de Vox, que tachó este posterior episodio de retrasos de «escándalo». «Si no nos dedicamos a repartir el fortuna para los enemigos de España y a perdonarles la deuda, igual tenemos fortuna para modernizar las infraestructuras», zanjó la diputada.



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